domingo, 8 de diciembre de 2013

Los libros de Noviembre 2013

Noviembre fue principalmente un mes de postular a postdocs. Ha sido la primera vez que lo he hecho. Treinta postulaciones, treinta juegos de documentos ligeramente distintos. Con mucha suerte, quizás una respuesta afirmativa. Así es el juego. Tal vez sea así también fuera de la Academia, no lo sé.

Como ya es costumbre, el grupo de libros de Noviembre terminó siendo ecléctico: desde la Palestina dibujada y narrada por Joe Sacco, pasando por el infierno de las mentes de dos amantes descrito por Graham Greene y por la ambiciosa imagen de un futuro tremendamente lejano de manos de Arthur C. Clarke, el mes terminó con las fantasías de finales sorpresivos de Harlan Ellison.

Palestine (Joe Sacco, 2001)

Palestina y la nación de Israel tienen una historia difícil desde hace décadas. De esta historia, mi conocimiento es sólo parcial. La posición estratégica en el Medio Oriente del área conocida como la Franja de Gaza la ha convertido, desde tiempos del Antiguo Testamento -cuando se conocía como Canaan-, en escenario de numerosos conflictos entre los distintos grupos humanos que intentaron ocuparla. El problema moderno en Medio Oriente entre israelitas y árabes tiene origen en la asignación de parte del territorio palestino a la nación de Israel, al termino de la Segunda Guerra Mundial. La desproporción económica y militar entre los países es evidente: por un lado, Israel, apoyada por EE.UU. y reconocida como estado soberano por las Naciones Unidas, y por otro, Palestina, un país económicamente devastado y con un gobierno musulmán fundamentalista. Han sido múltiples las hostilidades entre Palestina e Israel, pero dos levantamientos palestinos destacan por la violencia intensificada: la primera intifada -la palabra árabe intifada se traduce usualmente como "agitación" o "levantamiento"-, ocurrida entre fines de 1987 y fines de 1993, y la segunda intifada, entre Setiembre del 2000 y 2005. La primera intifada también es conocida como "la guerra de las piedras", con lo que uno puede tener idea de la falta de proporcionalidad entre la respuesta bélica palestina y la israelí. Ahora, el propósito de este post no es inclinar a quien tenga la desventura de leerlo a uno u otro lado del conflicto; para eso están la red y los libros, de ahí quizás puedan concluir algo.

Joe Sacco, el autor de la premiada Palestine, es un periodista y dibujante estadounidense. En Diciembre de 1991 y Enero de 1992, durante la primera intifada, Sacco visitó Cisjordania (entre el río Jordán y el Mar Muerto) y la Franja de Gaza para documentar la situación, principalmente desde el punto de vista palestino, que es el que menos cobertura recibía en los medios. El viaje de Sacco lo llevó a los territorios ocupados por Israel, a las ciudades palestinas y a Jerusalén. La crónica la contó en forma de nueves comics publicados en 1993, y en 2001 la fabulosa editora Fantagraphics Books -favorita personal mía- los compendió y publicó en un solo volumen, Palestine. La novela gráfica es una sucesión de historias contadas a Sacco por las diferentes personas que encuentra durante su viaje; la mayoría son palestinos que relatan su involucramiento en la intifada, la represión que recibieron por parte del ejército israelí, el tiempo que pasaron bajo condiciones infrahumanas en la prisión Ansar III, la destrucción de sus hogares y el estado de abandono de sus ciudades -con calles invariablemnte cubiertas de lodo- y de su economía. Es una visión sesgada del conflicto, y Sacco es suficientemente honesto como para admitirlo, pero el objetivo de la crónica fue precisamente mostrar lo que no se mostraba abiertamente. A pesar de tener un estilo de dibujo caricaturesco y relativamente limpio, Palestine es un libro de lenta digestión: a través de la imborrable crudeza de las historias, el autor logra transmitir la atmósfera de miedo y paranoia en la que viven los refugiados palestinos a los que entrevista.

A Palestine llegúe luego de leer los excelentes travelogues de Guy Deslile, un dibujante canadiense que relata, también en forma de comic, sus viajes a lugares muchas veces exóticos para Occidente: Pyongyang: a journey into North Korea, Shenzhen: a travelogue from China, Burma chronicles y Jerusalem: chronicles from the Holy City. Fue este último libro el que terminó haciendo que me interese por la situación en Palestina e Israel y por el trabajo de Sacco. El problema en el Medio Oriente es tremendamente complejo; comenzar a entenderlo a partir de novelas gráficas puede ser un acercamiento poco ortodoxo y seguramente incompleto, pero indudablemente funciona como punto de inicio.

==> Si te gustó esto, lee: Pyongyang: a journey into North Korea (Guy Delisle), Shenzhen: a travelogue from China (Guy Delisle), Burma chronicles (Guy Delisle), Jerusalem: chronicles from the Holy City (Guy Delisle), Safe Area Goražde: the war in Eastern Bosnia 1992–1995 (Joe Sacco), The fixer: a story from Sarajevo (Joe Sacco), Persepolis (Mariane Satrapi), Maus (Art Spiegelman)

The end of the affair (Graham Greene, 1951)

"When I began to write our story down, I thought I was writing a record of hate, but somehow the hate has got mislaid and all I know is that in spite of her mistakes and her unreliability, she was better than most. It's just as well that one of us should believe in her: she never did in herself."

Quizás lo más doloroso de un amor que se termina no es el fin, sino la lenta dilución de los sentimientos que le sigue, la conversión de lo tangible en recuerdo. Graham Greene supo reconstruir fielmente la situación de frustración y despecho que es ocasionalmente el resultado del fin de una relación. En The end of the affair, la acción transcurre en Londres, justo después de la Segunda Guerra. Los protagonistas son Maurice Bendrix, escritor que comienza a cosechar cierta fama, y Sarah Miles, esposa de un funcionario público. Luego de años de mantener una relación extramatrimonial, ésta termina abruptamente y Bendrix intenta encontrar la causa. Producto de tortuosas revelaciones, su sospecha inicial -que había sido su demanda por una mayor parte de la vida de Sarah la que terminó con la relación- será reemplazada, al término de la novela, por el descubrimiento de una verdad insospechada, mucho más íntima para Sarah. El odio de Bendrix permanecerá, pero no será más hacia su ex-amante, sino hacia el ser inmaterial a quien ella decidió finalmente entregarse y por quien lo dejó.

De Greene sólo había leído, hace unos años, el excelente thriller The third man. Pero, mientras aquella es fundamentalmente una novela policial y de misterio, en The end of the affair, perteneciente al período católico de Greene, la acción es una sucesión espasmódica de episodios precipitados por las acongojadas psiques de los protagonistas. Es la mejor representación de la pérdida del amor con la que me he topado.

==> Si te gustó esto, lee: Travesuras de la niña mala (Mario Vargas Llosa), Seda (Alessandro Baricco), The great Gatsby (Scott Fitzgerald), A farewell to arms (Ernest Heminway), Blankets (Craig Thompson)

The city and the stars (Arthur C. Clarke, 1956)

La tercera de las leyes de Clarke dice "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". "The city and the stars" está situada en el futuro muy, muy lejano: dentro de mil millones de años, la única ciudad humana que queda en una Tierra completamente desertificada es la fantásticamente avanzada Diaspar, un oasis de habitabilidad en medio de la superficie ahora hostil de una Tierra que carece incluso de océanos. Luego de un catastrófico evento relacionado con una invasión -cuya real naturaleza está perdida en lo que para los habitantes de Diaspar es la prehistoria humana- el imperio galáctico humano se contrajo nuevamente hasta la Tierra, donde progresivamente perdió su impulso natural de explorar las estrellas. Son pocos los autores que se atreven a situar sus historias en un futuro tan lejano. En mis lecturas, sólo he encontrado uno otro que se atrevió incluso a ir más lejos: H.G. Wells, en The time machine, ofrece un vistazo de los días finales de una Tierra no exactamente carente de vida.

Diaspar es una ciudad virtualmente inmutable: los "circuitos de eternidad" con los que fue construida aseguran que permanezca siempre en un estado perfecto de mantenimiento y funcionamiento, utilizando para ello un ejército de mecanismos automatizados que trabajan continua y silenciosamente. Es el fruto del planeamiento meticuloso de quienes la diseñaron y construyeron, mil millones de años en el pasado, cuando la Tierra aún era habitable. No sólo la infraestructura, sino el orden social de sus habitantes está planeado al detalle y es inmodificable: notablemente, los seres humanos no son más concebidos, sino reconstruidos directamente como adultos jóvenes (usando tecnología similar a los replicadores de Star Trek: "Tea. Earl Grey. Hot.") a partir de bancos de memoria almacenados en la computadora central de Diaspar. Sus vidas duran mil años, tras los cuales retornan a la computadora central para desaparecer nuevamente en ella, libres del temor a la muerte, eligiendo antes qué memorias desean que sean guardadas. Siglos después volverán a aparecer, con el conocimiento acumulado de vidas previas. La de Diaspar es claramente una sociedad diseñada para ser una utopía, pero, como todas las utopías que hemos imaginado, falla en su intento. La falla la pone en evidencia el protagonista de la historia, Alvin. Nacido sin memoria de vidas anteriores, carece también del instintivo miedo a los espacios abiertos que han cultivado los habitantes de Diaspar, a todo lo que esté fuera de la ciudad. Alvin descubrirá la verdad sobre la fundación de la ciudad y el propósito de su existencia. La culminación de la historia, digna de Arthur C. Clarke, es la develación de una verdad de proporciones cósmicas, similar a lo que hizo en Childhood's end. Como aquella, The city and the stars es inmensamente entretenida y es también un siempre bienvenido recordatorio de que la curiosidad es característica esencial de los monos calatos que somos.

==> Si te gustó esto, lee: Childhood's end (Arthur C. Clarke), The time machine (H.G. Wells), Brave new world (Aldous Huxley), A handmaid's tale (Margaret Atwood), We (Yevgeny Zamyatin), Fahrenheit 451 (Ray Bradbury), The martian chronicles (Ray Bradbury)

The beast that shouted love at the heart of the world (Harlan Ellison, 1969)

Harlan Ellison es un maestro de los cuentos cortos con finales inesperados. De él ya había leído la colección de cuentos I have no mouth, and I must scream. Para los interesados, la historia principal de esa colección, de donde viene el título, sirvió de base para la idea de la inteligencia artificial Skynet y todo el universo de Terminator; de hecho "I have no mouth..." está entre las diez historias más reimpresas en inglés. Ya desde entonces -y aún más luego de leer The beast..., muchas de sus historias me recordaban a los episodios de The twilight zone (La dimensión desconocida) y The outer limits que veía cuando tenía unos doce años. Ya antes he escrito por mi fascinación con el terror; las historias de Ellison no pueden clasificarse precisamente como historias de horror, pero en ellas hay invariablemente un inquietante elemento surreal, extra-normal, que intuimos que habita en el borde de lo que para nosotros es visible, detrás de las puertas, en los rincones oscuros y, permanentemente, detrás de nosotros, como los animales de los espejos o el hidebehind de los bosques de Wisconsin y Minnesotta descritos por Borges en su Manual de Zoología fantástica y su Libro de seres imaginarios.

Como las de Philip K. Dick, las fantasías de Ellison se sitúan en lugares tan dispares como, por ejemplo, la caverna subterránea donde se destila el origen de la locura ("The beast that shouted love at the heart of the world"); la autopista mortal de unos EE.UU. alternativos ("Along the scenic route"); el subsuelo marino donde se encuentra lo único que permitirá a una sociedad pacífica pero estancada volver a hacer guerra después de siglos ("Asleep: with still hands"); la residencia de un Papá Noel de la era Reagan mucho más parecido a James Bond que a San Nicolás ("Santa Claus vs. S.P.I.D.E.R."); una colonia humana en la que el último sobreviviente, un drogadicto, encuentra la fortaleza para sobrevivir a una invasión extraterrestre ("Worlds to kill"); y una ciudad postapocalíptica donde un niño y su perro genéticamente modificado tratan de sobrevivir ("A boy and his dog"). "A boy and his dog" es uno de los cuentos más populares de Ellison y fue adaptado al cine en 1975.

La introducción de mi edición de The beast... fue escrita por el igualmente popular Neil Gaiman, autor de la aclamada serie de comics The Sandman y de muchas novelas, como American gods, Coraline y Anansi Boys. Gaiman le hace justicia a Ellison al decir sobre él: "You can fuck around with the rules as much as you want to - after you know what the rules are. You can be Picasso after you know how to paint. Do it your way; but know how to do it their way first." Harlan Ellison es un transgresor, no tanto de formas como de fondo. Sus incursiones en territorio inhóspito son bienvenidas.

==> Si te gustó esto, lee: I have no mouth, and I must scream (Harlan Ellison), The king in yellow and other horror stories (Robert Chambers), The thing on the doorstep and other weird stories (H.P Lovecraft), The Philip K. Dick Reader (Philip K. Dick)

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Esos fueron los libros de Noviembre. Los de Diciembre ya están en curso. Ya les contaré cuando acabe el mes.