sábado, 14 de marzo de 2009

Cómo ser inmortal

Todavía tengo un poco más que decir acerca de la muerte.

Hace poco leí Borges Oral (Alianza Editorial, 2000), una recopilación de las transcripciones de cinco charlas que dio Jorge Luis Borges en la Universidad de Belgrano, en Buenos Aires, en 1978, cada una sobre uno de sus temas favoritos: el libro, la inmortalidad, Emanuel Swedenborg, el cuento policial y el tiempo.

En el ensayo sobre la inmortalidad, encontré la siguiente frase, que Borges atribuye a un poema de Leconte de Lisle:

Libérenlo del tiempo, del número y del espacio y devuélvanle el reposo que le habían quitado
.

Como frase lapidaria, me parece genial. (Sólo por el valor poético... realmente el reposo me aburriría.)

Otra frase que me gustó es una de Tomás de Aquino:

Intellectus naturaliter desiderat esse semper (La inteligencia desea naturalmente ser eterna)

Ahora, personalmente, casi siempre he asociado la idea de inmortalidad con la prolongación indefinida del período de vida, con la conservación tanto del cuerpo como de la mente de aquí en adelante. Alguien con mayor inclinación a la mística podría contentarse únicamente con la perpetuación de la conciencia, y ya no también del cuerpo. Para los gnósticos, de hecho, somos seres espirituales atrapados en envolturas materiales. La transmigración del alma -la reencarnación- tiene sus bases en esta filosofía.

Sin embargo, Borges propone una tercera noción de inmortalidad, una especie de perpetuación en la memoria colectiva:

Nuestro yo es lo menos importante para nosotros. ¿Qué significa sentirnos yo? ¿En qué puede diferir el que yo me sienta Borges de que ustedes se sientan A, B o C? En nada, absolutamente. Ese yo es lo que compartimos, es lo que está presente, de una forma o de otra, en todas las criaturas. Entonces podríamos decir que la inmortalidad es necesaria, no la personal pero sí esa otra inmortalidad. Por ejemplo, cada vez que alguien quiere a un enemigo, aparece la inmortalidad de Cristo. En ese momento él es Cristo. Cada vez que repetimos un verso de Dante o Shakespeare, somos, de algún modo, aquel instante en que Shakespeare o Dante crearon ese verso. En fin, la inmortalidad está en la memoria de los otros y en la obra que dejamos. ¿Qué puede importar que esa obra sea olvidada?

Quiénes somos es el resultado de nuestras interacciones con otras personas y, de manera indirecta, de nuestras interacciones con las creaciones de otras personas (libros, películas, pintura, música), que vamos acumulando en el transcurso de una vida. El yo de estas personas es, a la vez, el resultado de sus propias interacciones acumuladas. Si he entendido bien a Borges, entonces su idea de inmortalidad es que el yo de un hombre, o algunas manifestaciones de su yo, se transmite, usualmente de forma anónima, de generación en generación, aún después de que el cuerpo y la conciencia del creador original desaparecen. El yo de los hombres muertos se perpetua en el yo de los vivos: la inmortalidad se alcanza sin necesidad de divinidad. No se me ocurre forma más humana de hacerlo.

7 comentarios:

Luciano dijo...

Hmmm... no es otra cosa q la inmortalidad griega, la idea de permanecer vigente siempre como una referencia filosófica, heroica, o algo así.

Dista bastante de la perpetuación de la conciencia de uno mismo, no? Q es la inmortalidad a la inicialmente haces referencia. Es decir, al leer lo q escribes, así lo interiorice, crea y viva con todo fervor, no seré Mauricio ni x un momento. Estando tú vivo, habrías de notarlo, no?

X otro lado, tu penúltima me dejó intrigado... q es la divinidad?

Mauricio Bustamante dijo...

No sabía que los griegos tenían esa idea de inmortalidad, pero ahora que lo has dicho, me he puesto a pensar que está detrás los mitos y de los poemas de gesta como los de Homero,

Por otro lado, por divinidad entiendo cualquier poder que trasciende las capacidades humanas, incluyendo alguno que pueda asociarse con uno o más dioses. En el cristianismo, por ejemplo, la inmortalidad es la recompensa que Dios da a sus fieles. Osea, la inmortalidad se alcanza a través de algo que existe fuera del hombre. (Seguro los cristianos me refutarán diciendo que Dios existe dentro de todos lo hombres.) En contraste, Borges no necesita introducir un elemento externo al hombre para que éste pueda ser inmortal: sólo bastan sus obras (y la perpetuación de la raza humana, claro).

Anónimo dijo...

No la tienen.

Por otro lado Mauricio checate la trama de Xenogears (juego de ps1) si es que algun dia tienes tiempo xD.

Divinidad soy yo, ...
tu, el, ellos ...

PS: "la imortalidad esta en la memoria de otros y en la obra que dejaron" no tiene que ser una 'gran' obra ni tiene que ser un famoso, podemos ser simplemente nosotros atravez de estos textos y reflecciones ...

PS2: La imortalidad griega ligada a la Naturaleza y a obras Heroicas no es mas que un ejemplo mas de lo anterior ...

salu2, vemosnos ...

PS3: Luciano, cuando amos por unos piscos >:3

Mauricio Bustamante dijo...

Nunca jugué Xenogears, pero Wikipedia tiene esto que decir sobre la trama:

Xenogears follows main character Fei Fong Wong and several others as they struggle to survive in a world torn apart by war between the nations of Aveh and Kislev. The principles and philosophies of Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Carl Jung and Jacques Lacan, as well as various religious themes greatly influence the overall plot and world of Xenogears. A major theme of the game is the nature of human memory: from the start of the game, Fei suffers from memory loss, which colors his interactions with other characters. In addition to the concept of memory, the struggle between man and machine is also central to the game's plot. Each of the playable characters can ride in giant mechs known as Gears and can use them in battle.

Andrés, ¿por qué quieres emborrachar a Luciano?

Anónimo dijo...

jajaja no me delates...

Que pena que wikipedia no diga mas sobre el concepto de memoria y el tema de inmortalidad o de la fuente de perpetua 'reencarnacion'. Yo tampoco lo juegue pero recuerdo hace muchos años como segui la historia cuando mi hermano lo jugaba, muy interesante aparte que la musica que me llamaba....

Unknown dijo...

Ese Mauricio!
esta bueno tu texto.
No sé si recuerdas el textito de Borges"El Testigo" donde por otra parte, echa cierta nostalgia por las cosas que se perderán cuando cualquier persona muere, incluyendo ese bato que se muere en la completa discreción o también pone de ejemplo al último testigo de la muerte de Jesús quien se lleva a la tumba esa imagen de su recuerdo... esa imagen se pierde. Es decir, creo que Borges esta consciente de que una porción sobrevive la barrera de la muerte con el recuerdo, pero otra se pierde irreparablemente, negando así la posibilidad de la inmortalidad.

saludotes. JB

Mauricio Bustamante dijo...

Estuve leyendo El Capitán Alatriste, de Arturo y Carlota Pérez-Reverte, y encontré una sección que encaja con lo que dijo Borges:

Todavía hoy, tantos años después de aquello, me llevo la mano a la coronilla y siento allí el contacto de los dedos afectuosos del Fénix de los Ingenios. Ni él, ni don Francisco de Quevedo, ni Velázquez, ni el capitán Alatriste, ni la época miserable y magnífica que entonces conocí, existen ya. Pero queda, en las bibliotecas, en los libros, en los lienzos, en las iglesias, en los palacios, calles y plazas, la huella indeleble que aquellos hombres dejaron de su paso por la tierra. El recuerdo de la mano de Lope desaparecerá conmigo cuando yo muera, como también el acento andaluz de Diego de Silva, el sonido de las espuelas de oro de don Francisco al cojear, o la mirada glauca y serena del capitán Alatriste. Pero el eco de sus vidas singulares seguirá resonando mientras exista ese lugar impreciso, mezcla de pueblos, lenguas, historias, sangres y sueños traicionados: ese escenario maravilloso y trágico que llamamos España.

Por lo demás, el libro es muy entretenido, así que se los recomiendo.