sábado, 4 de enero de 2014

Los libros de Diciembre 2013

Bien visto, el 2013 fue un año más bien complicado, aunque académicamente muy satisfactorio. Entre Würzburg, Rio de Janeiro, Estocolmo, Columbus, New York, Princeton y Düsseldorf, fueron muchos los ánimos y muy distintos los libros que me acompañaron. Los libros de Diciembre han sido una mezcla de algunos que llevaban ya varios años en mi lista y de otros que descubrí hace poco. Aquí va.

X-Men: days of future past (Chris Claremont, John Byrne, 1980)

Days of future past es una de las historias más representativas de la mitología de X-Men y quizás sea la pieza más reconocida de la larga estancia del escritor Chris Claremont como guionista de la serie: dieciseis años, de 1975 a 1991, algo que sería inaudito hoy, donde ya es raro que un escritor se ocupe de un libro por más de un par de años. Desde su publicación, en 1980, la historia original ha sido objeto de ampliaciones, adaptaciones animadas, y, más recientemente, de una película situada dentro del universo cinematográfico de X-Men que tiene fecha de estreno en el 2014 y que se ve prometedora. Days of future past se publicó originalmente en X-Men #141-142; me sorprendió que ocupara sólo dos números, dado su lugar como hito en la historia del comic de superhéroes.

Como es costumbre con la laberíntica cronología de X-Men, una explicación detallada de la trama necesitaría de una introducción de gran parte de la mitología previa, así que sólo intentaré un resumen superficial. En una realidad distópica situada en el año 2014, los EE.UU. están sometidos por el dominio de los sentinelas, un ejército de robots gigantes inteligentes que originalmente fueron mandados a construir por el gobierno de los EE.UU. con el objetivo de destruir a todos los mutantes, que eran vistos como amenaza para los humanos normales. Eventualmente, los sentinelas decidieron someter también a los humanos normales y en el 2014 queda sólo un pequeño grupo de X-Men sobrevivientes, que incluye las versiones avejentadas de Wolverine, Storm, Colossus, Kitty Pryde, Rachel Summers (la hija de Cyclops y Jean Grey en esta realidad) y Franklin Richards (hijo de Reed y Sue Richards, de los Fantastic Four). Ellos están confinados a vivir en un campo de concentración, rodeados de las tumbas de todos los demás mutantes asesinados por los sentinelas, y sin poder usar sus habilidades mutantes. Secretamente, el grupo de sobrevivientes logra hacerse de la tecnología necesaria para camuflar su presencia y poder enviar la conciencia de uno de ellos, Kitty Pryde, al pasado, para ocupar el cuerpo de su versión de la era actual, 1980, con la intención de prevenir el asesinato de un senador, evento que eventualmente precipitaría la construcción de los sentinelas, y de esta manera evitar que el futuro distópico ocurra. (Similar jugada ha sido utilizada muchas veces en historias sobre viajes en el tiempo; por ejemplo, en la segunda parte de Back to the future.)

El trade paperback que leí incluye algunos números extra, notablemente el número inmediatamente posterior al suicidio de Jean Grey en la saga de Dark Phoenix, que lleva a la renuncia de Cyclops, hasta entonces líder del grupo. Days of future past es una historia imperdible para quienes quieran entender la complicada mitología de los X-Men. Pero no sólo es eso: es también una instantánea del género del comic a inicios de la década de los ochentas, época en la que los roles tradicionales de héroe y villano comenzaron a mezclarse y dejaron de ser sólo blancos o negros y en las que temas más adultos, como la muerte, las drogas, el suicidio y la homosexualidad empezaron a explorarse en las viñetas. Esto llegaría a su conclusión natural en 1986 con The dark knight returns de Frank Miller y, principalmente, con Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons. Algunas de las mejores historias de X-Men son aquellas que se centran en la discriminación de una minoría, y aquella década fue tierra fértil para que Claremont y otros las contaran. Days of future past es, además, una muestra del arte de John Byrne, maestro dibujante que determinaría la apariencia de los X-Men y Fantastic Four durante la década de los ochentas y más allá.

==> Si te gustó esto, lee: X-Men: days of future present (varios), X-Men: God loves, man kills (Chris Claremont, Brent Anderson), Fantastic Four: the trial of Galactus (John Byrne)

Travels with my aunt (Graham Greene, 1969)

Indudablemente, Graham Greene conoció la naturaleza del hombre del siglo XX y construyó con sus secretos anhelos y demonios internos algunas de las mejores novelas del siglo pasado. Cada uno de los libros de Greene que he leído hasta la fecha -lamentablente, sólo tres- han sido muy distintos unos de las otros: a diferencia de The third man y The end of the affair (ver Los libros de Noviembre 2013), Travels with my aunt  es una comedia. Me refiero tanto a que existen situaciones graciosas -es raro que un libro me haga reir en voz alta, pero éste lo logró en dos o tres oportunidades- como a lo que se entiende por comedia en el teatro clásico: una historia en la que nadie muere y que termina con personajes felices. Pero, claro, esta es una comedia del siglo XX y además escrita por Greene, así que ambas aseveraciones son sólo burdas aproximaciones que mal describen la trama: la gente muere y la felicidad es relativa. Quizás la mejor forma de decirlo es que el libro tiene mucho de comedia de situaciones, y no en pocas oportunidades me pareció detectar la vena de humor británico tan característico de Peter Sellers y Monty Python. El hecho es que el autor mismo confesó que Travels with my aunt había sido la única novela que había escrito sólo por diversión, algo que es bastante evidente en su lectura.

La historia empieza con el funeral de la madre de Henry Pulling, un gerente de banco retirado, cincuentón y soltero, que vive una anodina existencia en Londres, cuidando de sus dalias y releyendo la reducida colección de libros que su padre le legó. En el funeral, reencuentra a su excéntrica tía Augusta, hermana de su madre, que prontamente le revela que la difunta era en realidad su madrastra: él fue el hijo de un amorío entre su padre y su verdadera madre, cuya identidad permanece velada. Luego de casi desmayarse, Henry escuchará con creciente interés las historias de la vida de la tía Augusta, que ha viajado por medio mundo y tenido muchos y diversos trabajos y una rica vida amorosa. Eventualmente, tras una serie de situaciones que involucran el reemplazo de las cenizas de su madre por marihuana, Henry acompañará a su septuagenaria tía en algunos de sus viajes, a la tumba de su padre, a Francia, y a Turquía, a bordo del Orient Express. Durante los viajes, la tía Augusta episódicamente relata la historia de su vida a Henry. Como resultado, el afecto de éste por ella crecerá, y lentamente caerá en la cuenta de que existe otra forma de vivir, lejos de la seguridad de sus dalias y de su casita en Londres. La historia de Henry y su tía llegará a un clímax emotivo, condensado por Graham en una sola y magistral línea de diálogo, en la sala remodelada de una casona en una provincia de Paraguay a la que finalmente los lleva los viajes la tía Augusta.

Travels with my aunt es un libro acerca del abandono de la zona de confort en la que casi inevitablemente terminamos acomodándonos. La historia de Henry Pulling, clasemediero estereotípico, y de su descubrimiento de las múltiples posibilidades de una vida plena, es la historia a la que secretamente aspiramos. Como las demás novelas de Greene, además, ésta es un tesoro de frases célebres, casi todas puestas en labios de la inolvidable tía Augusta o de su amante: "Champagne, if you are seeking the truth, is better than a lie detector. It encourages a man to be expansive, even reckless, while lie detectors are only a challenge to tell lies successfully". ¿Lo primero que hice al terminar el libro? Ver qué rutas de tren llevan de Alemania a Turquía.

==> Si te gustó esto, lee: The third man (Graham Greene), The end of the affair (Graham Greene), One flew over the cuckoo's nest (Ken Kesey), Death in Venice (Thomas Mann), Sostiene Pereira (Antonio Tabucchi), The catcher in the rye (J.D. Salinger), La caverna (José Saramago), Todos los nombres (José Saramago)

The 14th Dalai Lama: a manga biography (Tetsu Saiwai, 2010)

A la edad de dos años, en el Tíbet, Tenzin Gyatso es identificado como la decimocuarta reencarnación del Dalai Lama, el líder espiritual del budismo tibetano y en muchas oportunidades también el líder político de Tíbet. El manga de Tetsu Saiwai sigue la historia de Tenzin desde su niñez, pasando por su reconocimiento oficial como Dalai Lama en 1950, a la edad de cinco años, su educación y la asunción de sus responsabilidades como líder político y religioso, sus acciones (e inacciones) durante la ocupación china iniciada en 1949 y su eventual exilio a la India, en 1959, donde fundó el gobierno tibetano en exilio, en oposición a la intervención china.

Me ha sido inevitable comparar The 14th Dalai Lama de Saiwai con los ocho volúmenes de la monumental biografía de Buddha por el maestro mangaka Osamu Tezuka, serializados entre 1972 y 1983. En comparación, es comprensible que The 14th Dalai Lama parezca apresurado, aún cuando no deja de detenerse y examinar con cuidado ciertos episodios críticos de la ocupación china de Tíbet. Además, el manga de Tasai tiene algunos momentos muy bien logrados, como la inicialmente afable conversación entre el dictador chino Mao Zedong y el Dalai Lama, que se torna macabra en el espacio de sólo dos paneles. Ahora bien, una historia mucho más reducida que la del Buddha de Tezuka no hace posible la construcción a profundidad de los personajes, por lo que el manga de Saiwai termina siendo una crónica, más que una historia novelizada, como lo es el de Tezuka. A pesar de ello, The 14th Dalai Lama es una buena introducción ligera a la historia del Tíbet en la segunda mitad del siglo XX y al complicado conflicto China-Tíbet.

==> Si te gustó esto, lee: Buddha vol. 1-8 (Osamu Tezuka), Message to Adolf (Osamu Tezuka), Barefoot Gen (Keiji Nakazawa)

Winnie-the-Pooh (A.A. Milne, 1926)

"Here is Edward Bear, coming downstairs now, bump, bump, bump, on the back of his head, behind Christopher Robin. It is, as far as he knows, the only way of coming downstairs, but sometimes he feels that there really is another way, if only he could stop bumping for a moment and think about it."

Recuerdo haber visto la película animada de Disney de Winnie-the-Pooh de 1976 cuando tenía unos cinco o seis años, en casa de unos amigos de mis papás; el recuerdo indeleble de la canción me ha acompañado desde entonces ("Winnie the Pooh / Winnie the Pooh / Chubby little cubby all stuffed with fluff"). El libro en el que Disney se basó es una colección de relatos cortos sobre Edward Bear, más conocido como Winnie-the-Pooh, la imaginaria versión viva del oso de peluche del niño Christopher Robin, y sus amigos animales, también inspirados en muñecos de peluche: Piglet, Rabbit, Eeyore, Owl y, más adelante, Kanga y Roo (uno de los personajes más populares, Tigger, no aparecería hasta el segundo y último volumen de historias). Todos ellos viven en el imaginario bosque llamado "Hundred Acre Wood", donde vive también Christopher Robin, personaje basado en el hijo del autor A.A. Milne, para quien éste escribió los cuentos. Las ilustraciones de E.H. Shepard que acompañan a las historias son el complemento perfecto, con un estilo sencillo, pero no precisamente de trazo limpio: son, a falta de mejor descripción, exactamente como uno imaginaría a un grupo de animales de peluche viviendo en un bosque.

Winnie-the-Pooh es otro de los libros para niños que no leí cuando fui uno (ver The jungle book en Los libros de Octubre 2013). Leerlo recién a los treinta años, es una experiencia nostálgica y feliz a la vez, el recuerdo de una etapa muy corta de la niñez durante la que los objetos inanimados podían, a voluntad nuestra o de quienes así nos lo hacían creer, cobrar vida, hablar y relacionarse, entre ellos y con nosotros. Es la época en que nos leían cuentos en la cama antes de dormir; cuando los cuentos se acababan, recuerdo que mi papá volvía a contar los antiguos, con cambios, o inventaba nuevos. Milne hizo lo mismo con su hijo. El especial afecto que le tuvo a él y a su esposa se deja ver en la dedicación del libro:

“To her-
Hand in hand we come
Christopher Robin and I
To lay this book in your lap.
Say you're surprised?
Say you like it?
Say it's just what you wanted?
Because it's yours-
because we love you.”

En la sección de mi mente donde están alojados los recuerdos de mi niñez, los cuentos de Winnie-the-Pooh, que recién ahora leo, pero que conocía, están en la misma categoría que los especiales de Navidad de Peanuts, los cuentos de los hermanos Grimm y de Hans Christian Andersen, el Peter Pan de Disney y Mary Poppins. Todos pertenecen, en menor o mayor medida, a la época en que la suspensión de la incredulidad y la aceptación de lo fantástico, no como algo real, sino como algo un poco menos imposible (o, tal vez, de plausibilidad irrelevante) venían fáciles. Winnie-the-Pooh es uno de los libros que leeré a mis hijos cuando vayan a dormir.

==> Si te gustó esto, lee: The house at Pooh Corner (A.A. Milne), Peter Pan; or the boy who wouldn't grow up (J.M. Barrie), Grimm's fairy tales (Jacob y Wilhelm Grimm), Cuentos de Hans Christian Andersen (Hans Christian Andersen), Fables (Bill Willingham)

The forever war (Joe Haldeman, 1974)

Desde que comencé a leer ciencia ficción, he creído que este género tiene valor más allá del de entretenimiento únicamente cuando el foco de la historia no está en la tecnología o la ciencia avanzadas, sino cuando estos elementos ajenos a lo real o lo presente son utilizados para deslocalizar al hombre y a algunos de sus problemas que, colocados fuera de su escenario original, se aislan y se hacen más evidentes. Esto es lo que hizo Joel Haldeman con The forever war. Haldeman sabía dos cosas: por un lado, habiendo servido en la Guerra de Vietnam, conocía de primera mano lo absurdo que puede llegar a ser la guerra y, por otro, sabía cómo escribir una buena historia de ciencia ficción. En este sentido, The forever war es similar al Slaughterhouse-Five del magnífico Kurt Vonnegut, aunque ésta tiene como trasfondo la Segunda Guerra Mundial. También es inevitable la comparación con Starship troopers de Robert A. Heinlein, pero, si mi memoria no falla, ésta se enfoca más en la dinámica social de una Tierra militarizada que en los personajes que participan en el conflicto.

The forever war es la historia de la guerra interestelar entre los humanos y una enigmática raza alienígena bautizada como Tauranos. Ambas partes cuentan con naves que se mueven a velocidades relativistas, cercanas a la de la luz, y utilizan algunos agujeros negros (collapsars, en la novela) como agujeros de gusano para cubrir distancias de cientos y miles de años luz casi instantáneamente. Sin embargo, debido a la dilatación del tiempo -uno de los efectos de la teoría especial de la relatividad- el tiempo que transcurre fuera de la nave es mucho mayor: luego de una expedición que para los soldados dura dos años, al retornar a la Tierra han pasado décadas. Cada uno de los viajes en las naves es efectivamente una máquina del tiempo; de ahí el nombre la novela. El conflicto y los efectos sociales son vistos a través de los ojos del soldado William Mandella, que se vuelve testigo de los cambios que la humanidad sufre durante los ocho siglos de guerra interestelar: Haldeman hace particular énfasis sobre las crisis de comida y agua (las calorías eventualmente se adoptan como moneda común en la Tierra) y especialmente sobre los cambios en las costumbres sexuales de los humanos. Es también, y de forma explícita, una crítica a la absurdidad la guerra, especialmente una como la de Vietnam, que arrastró a lo mejor de la juventud estadounidense a pelear por un motivo que nunca quedó claro: la guerra eterna de la trama se inicia debido a la falta de comunicación entre las dos especies. A un nivel más personal, la historia es una exploración de la soledad y la separación, y del inevitable aislamiento del soldado cuando regresa del conflicto a un país que no lo entiende o no lo quiere más.

The forever war no es solamente un buen libro de ciencia ficción: es, sencillamente, buena literatura.

==> Si te gustó esto, lee: Slaughterhouse-Five (Kurt Vonnegut), Starship troopers (Robert A. Heinlein), Catch-22 (Joseph Heller), For whom the bell tolls (Ernest Hemingway)

Guía del mal padre (Guy Delisle, 2013)

Ya he mencionado a Guy Delisle antes, cuando escribí sobre la novela gráfica Palestine de Joe Sacco, en Los libros de Noviembre 2013. Delisle es un caricaturista y animador canadiense que, por trabajo o acompañando a su esposa, miembro de Médecins Sans Frontières (Doctors Without Borders), tiene esporádicamente la oportunidad de residir durante un tiempo en lugares que son tradicionalmente considerados como exóticos en Occidente: Corea del Norte, Shenzhen en China, Burma y Jerusalén. Ha publicado entretenidísimas novelas gráficas relatando sus experiencias en cada uno de estos lugares, en las que invariablemente se encuentra con situaciones desconcertantes para un occidental nato. Todos sus travelogues son altamente recomendables y, si no han cogido un comic desde la última vez que leyeron Condorito en una peluquería, les recomiendo que se den el trabajo de conseguir uno de estos para perderle el miedo al género.

Guía del mal padre (título original, Guide du mauvais père) no es un nuevo travelogue de Delisle, sino una colección de situaciones cómicas del autor junto con sus dos pequeños hijos. El humor es el mismo que el que impregna sus otros libros: ácido y lleno de sarcasmo. El dibujo tiene el mismo trazo sencillo y caricaturesco que utiliza para sus travelogues y que permite una rápida y fácil lectura: la serie de tiras cómicas que componen el libro se lee en unos veinte minutos. Guía del mal padre es un bienvenido complemento al trabajo existente de Guy Delisle, pero no se compara con sus más elaboradas crónicas de viajes. Aún así, si lo ven en una librería, denle una ojeada y, si les saca una sonrisa, llévenlo a casa.

==> Si te gustó esto, lee: Pyongyang: a journey into North Korea (Guy Delisle), Shenzhen: a travelogue from China (Guy Delisle), Burma chronicles (Guy Delisle), Jerusalem: chronicles from the Holy City (Guy Delisle)

As you like it (William Shakespeare, 1599-1600, publicada en 1623)

"All the world's a stage,
And all the men and women merely players:
They have their exits and their entrances;
And one man in his time plays many parts,
His acts being seven ages. [...]"

No leía a Shakespeare desde la secundaria, desde A midsummer night's dream y los sonetos. La primera me fascinó. De los sonetos, ahora sólo soy capaz de recordar el primer verso del número dieciocho ("Shall I compare thee to a summer's day?"); si no lo han hecho, háganse un favor y léanlo completo. Mucha gente con mucho más conocimiento de Shakespeare y del teatro ha escrito sobre su genialidad, así que yo me limitaré a mi papel de lector: As you like it es un perfecto ejemplo de cómo mantener la atención del lector de principio a fin. Pero la obra fue compuesta para actuarse, no para leerse: imagino que, bien puesta en escena, debe ser incluso más cautivadora que leída.

Desde hace algún tiempo tenía ganas de comenzar a leer a Shakespeare sistemáticamente, como hice con el teatro griego clásico, pero no me decidía por donde empezar. Hace algunas semanas vi la versión cinematográfica de Much ado about nothing dirigida por Joss Whedon (sí, el mismo que creó y dirigió Buffy the vampire slayer y The Avengers) y hacerlo me hizo decidirme por leer una de sus comedias; luego de un poco de búsqueda, As you like it me pareció la más accesible.

La obra presenta al joven Orlando, hijo del difunto Sir Roland de Boys, quien, maltratado por su hermano mayor, Oliver, huye al cercano Bosque de Arden. Paralelamente, el Duque Frederick, quien ha usurpado el ducado de su hermano, el Duque Senior, destierra a su sobrina Rosalind, hija de Senior, quien huye también a Arden, acompañada de su querida prima Celia, hija de Frederick. En el Bosque de Arden reside el Duque Senior y su pequeña corte desterrada, viviendo una vida alegre a pesar de haber sido usurpado su ducado. Por otro lado, al llegar al bosque, Rosalind se disfraza de hombre para prevenir problemas. Eventualmente, encuentra a Orlando, quien previamente a su huida había caído enamorado de ella. Aún disfrazada de hombre, Rosalind instruirá a Orlando en cómo ser un caballero y en cómo amar a una dama, mientras ella a su vez se enamora de él. La situación se vuelve más cómica cuando una pastora, Phebe, se enamora de la forma masculina de Rosalind, a la vez que un pastor se enamora de Phebe. Como en toda buena comedia, la situación se resuelve para beneficio de todos, los amores son correspondidos, las amistades son reparadas y la historia termina en una boda múltiple.

El conocido monólogo "All the world's a stage..." es enunciado por Jaques, parte de la corte del desterrado Duque Senior en el Bosque de Arden. Es una explicación sobre las siete edades del hombre, desde la primera infancia hasta la vejez, o segunda infancia. Un dato curioso que encontré en la introducción de la edición que leí es que, aparentemente, la actitud melancólica que exhibe el personaje de Jaques estuvo de moda en los inicios del siglo XVII: en otras palabras, los "señores melancólicos" de entonces son los predecesores de los emos actuales.

Para quien no haya leído a Shakespeare antes, As you like it es buen punto de partida: la capacidad de Shakespeare de entretener a la audiencia y su conocimiento íntimo de las diferentes facetas de la personalidad del hombre están ahí.

==> Si te gustó esto, lee: A midsummer night's dream (William Shakespeare), Much ado about nothing (William Shakespeare), Sonnets (William Shakespeare), Songs of innocence and of experience (William Blake)

***

Esos fueron los últimos libros del 2013. Si se deciden por leer alguno, avísenme. Los libros de Enero del nuevo año ya están en la repisa. Les cuento cuando acabe el mes.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Los libros de Noviembre 2013

Noviembre fue principalmente un mes de postular a postdocs. Ha sido la primera vez que lo he hecho. Treinta postulaciones, treinta juegos de documentos ligeramente distintos. Con mucha suerte, quizás una respuesta afirmativa. Así es el juego. Tal vez sea así también fuera de la Academia, no lo sé.

Como ya es costumbre, el grupo de libros de Noviembre terminó siendo ecléctico: desde la Palestina dibujada y narrada por Joe Sacco, pasando por el infierno de las mentes de dos amantes descrito por Graham Greene y por la ambiciosa imagen de un futuro tremendamente lejano de manos de Arthur C. Clarke, el mes terminó con las fantasías de finales sorpresivos de Harlan Ellison.

Palestine (Joe Sacco, 2001)

Palestina y la nación de Israel tienen una historia difícil desde hace décadas. De esta historia, mi conocimiento es sólo parcial. La posición estratégica en el Medio Oriente del área conocida como la Franja de Gaza la ha convertido, desde tiempos del Antiguo Testamento -cuando se conocía como Canaan-, en escenario de numerosos conflictos entre los distintos grupos humanos que intentaron ocuparla. El problema moderno en Medio Oriente entre israelitas y árabes tiene origen en la asignación de parte del territorio palestino a la nación de Israel, al termino de la Segunda Guerra Mundial. La desproporción económica y militar entre los países es evidente: por un lado, Israel, apoyada por EE.UU. y reconocida como estado soberano por las Naciones Unidas, y por otro, Palestina, un país económicamente devastado y con un gobierno musulmán fundamentalista. Han sido múltiples las hostilidades entre Palestina e Israel, pero dos levantamientos palestinos destacan por la violencia intensificada: la primera intifada -la palabra árabe intifada se traduce usualmente como "agitación" o "levantamiento"-, ocurrida entre fines de 1987 y fines de 1993, y la segunda intifada, entre Setiembre del 2000 y 2005. La primera intifada también es conocida como "la guerra de las piedras", con lo que uno puede tener idea de la falta de proporcionalidad entre la respuesta bélica palestina y la israelí. Ahora, el propósito de este post no es inclinar a quien tenga la desventura de leerlo a uno u otro lado del conflicto; para eso están la red y los libros, de ahí quizás puedan concluir algo.

Joe Sacco, el autor de la premiada Palestine, es un periodista y dibujante estadounidense. En Diciembre de 1991 y Enero de 1992, durante la primera intifada, Sacco visitó Cisjordania (entre el río Jordán y el Mar Muerto) y la Franja de Gaza para documentar la situación, principalmente desde el punto de vista palestino, que es el que menos cobertura recibía en los medios. El viaje de Sacco lo llevó a los territorios ocupados por Israel, a las ciudades palestinas y a Jerusalén. La crónica la contó en forma de nueves comics publicados en 1993, y en 2001 la fabulosa editora Fantagraphics Books -favorita personal mía- los compendió y publicó en un solo volumen, Palestine. La novela gráfica es una sucesión de historias contadas a Sacco por las diferentes personas que encuentra durante su viaje; la mayoría son palestinos que relatan su involucramiento en la intifada, la represión que recibieron por parte del ejército israelí, el tiempo que pasaron bajo condiciones infrahumanas en la prisión Ansar III, la destrucción de sus hogares y el estado de abandono de sus ciudades -con calles invariablemnte cubiertas de lodo- y de su economía. Es una visión sesgada del conflicto, y Sacco es suficientemente honesto como para admitirlo, pero el objetivo de la crónica fue precisamente mostrar lo que no se mostraba abiertamente. A pesar de tener un estilo de dibujo caricaturesco y relativamente limpio, Palestine es un libro de lenta digestión: a través de la imborrable crudeza de las historias, el autor logra transmitir la atmósfera de miedo y paranoia en la que viven los refugiados palestinos a los que entrevista.

A Palestine llegúe luego de leer los excelentes travelogues de Guy Deslile, un dibujante canadiense que relata, también en forma de comic, sus viajes a lugares muchas veces exóticos para Occidente: Pyongyang: a journey into North Korea, Shenzhen: a travelogue from China, Burma chronicles y Jerusalem: chronicles from the Holy City. Fue este último libro el que terminó haciendo que me interese por la situación en Palestina e Israel y por el trabajo de Sacco. El problema en el Medio Oriente es tremendamente complejo; comenzar a entenderlo a partir de novelas gráficas puede ser un acercamiento poco ortodoxo y seguramente incompleto, pero indudablemente funciona como punto de inicio.

==> Si te gustó esto, lee: Pyongyang: a journey into North Korea (Guy Delisle), Shenzhen: a travelogue from China (Guy Delisle), Burma chronicles (Guy Delisle), Jerusalem: chronicles from the Holy City (Guy Delisle), Safe Area Goražde: the war in Eastern Bosnia 1992–1995 (Joe Sacco), The fixer: a story from Sarajevo (Joe Sacco), Persepolis (Mariane Satrapi), Maus (Art Spiegelman)

The end of the affair (Graham Greene, 1951)

"When I began to write our story down, I thought I was writing a record of hate, but somehow the hate has got mislaid and all I know is that in spite of her mistakes and her unreliability, she was better than most. It's just as well that one of us should believe in her: she never did in herself."

Quizás lo más doloroso de un amor que se termina no es el fin, sino la lenta dilución de los sentimientos que le sigue, la conversión de lo tangible en recuerdo. Graham Greene supo reconstruir fielmente la situación de frustración y despecho que es ocasionalmente el resultado del fin de una relación. En The end of the affair, la acción transcurre en Londres, justo después de la Segunda Guerra. Los protagonistas son Maurice Bendrix, escritor que comienza a cosechar cierta fama, y Sarah Miles, esposa de un funcionario público. Luego de años de mantener una relación extramatrimonial, ésta termina abruptamente y Bendrix intenta encontrar la causa. Producto de tortuosas revelaciones, su sospecha inicial -que había sido su demanda por una mayor parte de la vida de Sarah la que terminó con la relación- será reemplazada, al término de la novela, por el descubrimiento de una verdad insospechada, mucho más íntima para Sarah. El odio de Bendrix permanecerá, pero no será más hacia su ex-amante, sino hacia el ser inmaterial a quien ella decidió finalmente entregarse y por quien lo dejó.

De Greene sólo había leído, hace unos años, el excelente thriller The third man. Pero, mientras aquella es fundamentalmente una novela policial y de misterio, en The end of the affair, perteneciente al período católico de Greene, la acción es una sucesión espasmódica de episodios precipitados por las acongojadas psiques de los protagonistas. Es la mejor representación de la pérdida del amor con la que me he topado.

==> Si te gustó esto, lee: Travesuras de la niña mala (Mario Vargas Llosa), Seda (Alessandro Baricco), The great Gatsby (Scott Fitzgerald), A farewell to arms (Ernest Heminway), Blankets (Craig Thompson)

The city and the stars (Arthur C. Clarke, 1956)

La tercera de las leyes de Clarke dice "cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia". "The city and the stars" está situada en el futuro muy, muy lejano: dentro de mil millones de años, la única ciudad humana que queda en una Tierra completamente desertificada es la fantásticamente avanzada Diaspar, un oasis de habitabilidad en medio de la superficie ahora hostil de una Tierra que carece incluso de océanos. Luego de un catastrófico evento relacionado con una invasión -cuya real naturaleza está perdida en lo que para los habitantes de Diaspar es la prehistoria humana- el imperio galáctico humano se contrajo nuevamente hasta la Tierra, donde progresivamente perdió su impulso natural de explorar las estrellas. Son pocos los autores que se atreven a situar sus historias en un futuro tan lejano. En mis lecturas, sólo he encontrado uno otro que se atrevió incluso a ir más lejos: H.G. Wells, en The time machine, ofrece un vistazo de los días finales de una Tierra no exactamente carente de vida.

Diaspar es una ciudad virtualmente inmutable: los "circuitos de eternidad" con los que fue construida aseguran que permanezca siempre en un estado perfecto de mantenimiento y funcionamiento, utilizando para ello un ejército de mecanismos automatizados que trabajan continua y silenciosamente. Es el fruto del planeamiento meticuloso de quienes la diseñaron y construyeron, mil millones de años en el pasado, cuando la Tierra aún era habitable. No sólo la infraestructura, sino el orden social de sus habitantes está planeado al detalle y es inmodificable: notablemente, los seres humanos no son más concebidos, sino reconstruidos directamente como adultos jóvenes (usando tecnología similar a los replicadores de Star Trek: "Tea. Earl Grey. Hot.") a partir de bancos de memoria almacenados en la computadora central de Diaspar. Sus vidas duran mil años, tras los cuales retornan a la computadora central para desaparecer nuevamente en ella, libres del temor a la muerte, eligiendo antes qué memorias desean que sean guardadas. Siglos después volverán a aparecer, con el conocimiento acumulado de vidas previas. La de Diaspar es claramente una sociedad diseñada para ser una utopía, pero, como todas las utopías que hemos imaginado, falla en su intento. La falla la pone en evidencia el protagonista de la historia, Alvin. Nacido sin memoria de vidas anteriores, carece también del instintivo miedo a los espacios abiertos que han cultivado los habitantes de Diaspar, a todo lo que esté fuera de la ciudad. Alvin descubrirá la verdad sobre la fundación de la ciudad y el propósito de su existencia. La culminación de la historia, digna de Arthur C. Clarke, es la develación de una verdad de proporciones cósmicas, similar a lo que hizo en Childhood's end. Como aquella, The city and the stars es inmensamente entretenida y es también un siempre bienvenido recordatorio de que la curiosidad es característica esencial de los monos calatos que somos.

==> Si te gustó esto, lee: Childhood's end (Arthur C. Clarke), The time machine (H.G. Wells), Brave new world (Aldous Huxley), A handmaid's tale (Margaret Atwood), We (Yevgeny Zamyatin), Fahrenheit 451 (Ray Bradbury), The martian chronicles (Ray Bradbury)

The beast that shouted love at the heart of the world (Harlan Ellison, 1969)

Harlan Ellison es un maestro de los cuentos cortos con finales inesperados. De él ya había leído la colección de cuentos I have no mouth, and I must scream. Para los interesados, la historia principal de esa colección, de donde viene el título, sirvió de base para la idea de la inteligencia artificial Skynet y todo el universo de Terminator; de hecho "I have no mouth..." está entre las diez historias más reimpresas en inglés. Ya desde entonces -y aún más luego de leer The beast..., muchas de sus historias me recordaban a los episodios de The twilight zone (La dimensión desconocida) y The outer limits que veía cuando tenía unos doce años. Ya antes he escrito por mi fascinación con el terror; las historias de Ellison no pueden clasificarse precisamente como historias de horror, pero en ellas hay invariablemente un inquietante elemento surreal, extra-normal, que intuimos que habita en el borde de lo que para nosotros es visible, detrás de las puertas, en los rincones oscuros y, permanentemente, detrás de nosotros, como los animales de los espejos o el hidebehind de los bosques de Wisconsin y Minnesotta descritos por Borges en su Manual de Zoología fantástica y su Libro de seres imaginarios.

Como las de Philip K. Dick, las fantasías de Ellison se sitúan en lugares tan dispares como, por ejemplo, la caverna subterránea donde se destila el origen de la locura ("The beast that shouted love at the heart of the world"); la autopista mortal de unos EE.UU. alternativos ("Along the scenic route"); el subsuelo marino donde se encuentra lo único que permitirá a una sociedad pacífica pero estancada volver a hacer guerra después de siglos ("Asleep: with still hands"); la residencia de un Papá Noel de la era Reagan mucho más parecido a James Bond que a San Nicolás ("Santa Claus vs. S.P.I.D.E.R."); una colonia humana en la que el último sobreviviente, un drogadicto, encuentra la fortaleza para sobrevivir a una invasión extraterrestre ("Worlds to kill"); y una ciudad postapocalíptica donde un niño y su perro genéticamente modificado tratan de sobrevivir ("A boy and his dog"). "A boy and his dog" es uno de los cuentos más populares de Ellison y fue adaptado al cine en 1975.

La introducción de mi edición de The beast... fue escrita por el igualmente popular Neil Gaiman, autor de la aclamada serie de comics The Sandman y de muchas novelas, como American gods, Coraline y Anansi Boys. Gaiman le hace justicia a Ellison al decir sobre él: "You can fuck around with the rules as much as you want to - after you know what the rules are. You can be Picasso after you know how to paint. Do it your way; but know how to do it their way first." Harlan Ellison es un transgresor, no tanto de formas como de fondo. Sus incursiones en territorio inhóspito son bienvenidas.

==> Si te gustó esto, lee: I have no mouth, and I must scream (Harlan Ellison), The king in yellow and other horror stories (Robert Chambers), The thing on the doorstep and other weird stories (H.P Lovecraft), The Philip K. Dick Reader (Philip K. Dick)

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Esos fueron los libros de Noviembre. Los de Diciembre ya están en curso. Ya les contaré cuando acabe el mes.

domingo, 3 de noviembre de 2013

Los libros de Octubre 2013

Debería probablemente estar preparando una charla -sobre astrofísica nuclear, de la que sé vergonzosamente poco-, pero desde hace días tengo ganas de sentarme a escribir aquí, por un rato. Ha pasado más de dos años desde que he escrito algo que no sea lo que escribo sólo para mí, o notas o artículos científicos, y creo que aquellos pliegues de mi corteza cerebral que sienten satisfacción cuando armo listas han estado induciéndome a sentarme y armar una. Así que eso haré, ahora, una tarde de domingo con el indeciso clima de otoño de Würzubrg.

La primera lista pública que haré desde hace algún tiempo será, entonces, sobre los libros del Octubre que acaba de terminar. Varios de ellos los leí durante parte de mi periplo en los EE.UU. en Setiembre y Octubre: en aviones, trenes, buses y taxis por allá y sobre el Atlántico. Puestos en perspectiva, creo que los de Octubre pueden haber sido libros para escapar; los usé como punto fijo en el que concentrarse cuando el trabajo se acaba al final del día y uno no tiene ganas de pensar en sí mismo ni en nada que no sean planetas extraños, niños que son criados por lobos, gente que no muere, u hombres que se visten de murciélago o demonio y saltan entre azoteas.

Ringworld (Larry Niven, 1970)

Ganador de los tres premios más prestigiosos de la literatura de ciencia ficción: Nebula, Hugo y Locus. En el año 2850, los humanos que habitan la Tierra son seres longevos, gracias al uso del boosterspice, que le recuerda a uno al melange de Dune. Pertenecen a una sociedad global, altamente tecnológica, poseedora de naves con capacidad de viaje a velocidades mayores a las de la luz. La humanidad vive en paz, luego de haber no sólo sobrevivido a una guerra con la feroz raza alienígena de los Kzin, sino de haberla ganado ampliamente. La historia se abre con la celebración del cumpleaños doscientos de Louis Gridley Wu, quien, para prolongar la duración de su cumpleaños, se divierte transportándose instantáneamente alrededor del planeta, permaneciendo siempre delante de la penumbra y haciendo que su día dure más de veinticuatro horas. Inesperadamente, Louis Wu es contactado por Nessus, un Pierson's Puppeteer (en español, lo traducen como "Titerote de Pierson"), una desaparecida raza de alienígenas con dos cabezas, altamente inteligentes, pero terriblemente cobardes. Nessus tiene una propuesta para Louis, que involucra -más adelante se descubrirá de qué manera- la visita a un anillo artificial que recientemente ha sido descubierto alrededor de una estrella distante. Louis acepta la propuesta y así comienza el viaje a Ringworld.

Ringworld es un buen ejemplo de ciencia ficción dura, de esa que trata de ser coherente en su descripción de las diferencias y avances respecto de nuestra situación actual. Niven se graduó como matemático e hizo un año de estudios de posgrado, algo que se deja entrever, por ejemplo, en su explicación sobre el equilibrio de fuerzas que mantiene estable al anillo alrededor de la estrella que rodea. La novela le debe mucho a las épicas historias de la época de oro de la ciencia ficción de los años cuarenta, pero Niven elabora sobre esa herencia para construir una trama no sólo cautivadora, sino también, dentro de la suspensión del descrédito que es necesaria para cualquier trabajo de ciencia ficción, plausible.

The postmortal (Drew Magary, 2011)

¿Qué sucedería con la sociedad actual si se descubriera la "cura" para el envejecimiento? Esta es la premisa de The postmortal. Escrito como una serie de entradas en el blog del protagonista, la historia nos lleva desde el descubrimiento accidental de "La Cura" -una forma de terapia genética-, su legalización y popularización, y es una detallada exploración de los problemas económicos, políticos y militares que genera. ¿Se casaría uno, por ejemplo, sabiendo que "hasta que los muerte los separe" puede significar siglos? El protagonista de la historia se dedica inicialmente al ejercicio del Derecho, y el estudio en el que trabaja inventa los matrimonios cíclicos: contratos de matrimonio con fecha de expiración de cuarenta años, al final de los cuales las partes pueden separarse o decidir extender el contrato. The postmortal parte de una premisa extraordinaria -la invención de la cura para el envejecimiento- y explora minuciosamente, no sin humor, sus consecuencias, pero sin dejar de lado el hilo conductor que es la historia personal del protagonista. Justamente por eso me recordó a algunas de las novelas de Saramago -Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez, El hombre duplicado y, especialmente, Las intermitencias de la muerte-, sólo que, con éste, la premisa siempre fue más fantástica que científica.


Saga of the Swamp Thing vol. 1 (Alan Moore, Stephen Bissette, John Totleben, 1984)

Este volumen recolecta los números 20 al 27 del comic Saga of the Swamp Thing, publicados en 1984 por DC Comics, escritos por Alan Moore, dibujados por Stephen Bissette y pintados por John Totleben. El personaje de Swamp Thing (traducido al español simplemente como "La cosa del pantano") había sido inventado en 1972 por Len Wein para una historia corta. Debido a la buena acogida que tuvo el personaje, DC decidió darle su propia serie, y Wein escribiría los trece primeros números de los veinticuatro que esta primera serie duró, hasta su cancelación en 1976 debido a las pocas ventas. Años después, en 1982, Wes Craven dirigiría la película del mismo nombre (que, en Perú, fue transmitida muchas veces por la televisión de señal abierta), y DC aprovecharía la ocasión para revivir la serie en una segunda encarnación. Incluso con el impulso de la película, sin embargo, las bajas ventas del comic amenazaban con su cancelación, hasta que en 1984 al entonces editor en jefe de DC no se le ocurrió mejor idea que contratar a un joven escritor británico que venía demostrando habilidad en las páginas de 2000 A.D., la publicación semanal emblemática del Reino Unido: el entonces aún poco conocido Alan Moore. La única condición de Moore para trabajar en DC fue tener la libertad creativa para rehacer al personaje que se le había asignado. DC aceptó y así comenzó una de las más conocidas deconstrucciones dentro del género del comic.

Moore se inició en el libro -rebautizado con el más adecuado nombre de Saga of the Swamp Thing- con el número 20. Lo primero que hizo fue atar todos los cabos sueltos que los escritores anteriores habían dejado. Luego de la limpieza de casa, Moore escribió el número 21, "The anatomy lesson" (reseña detallada con imágenes aquí), posiblemente uno de los comics individuales más reconocidos. La cosa es así: hasta entonces, la historia de Swamp Thing había sido más o menos estándar, dentro de los canones de la fantasía o de la ciencia ficción y el comic: científico experimenta con una fórmula para mejorar el crecimiento de plantas, matones lo intimidan y hacen explotar su laboratorio con él dentro, científico cae en el pantano aledaño, expuesto a su propia fórmula experimental que provoca que las plantas alrededor suyo reformen su cuerpo, convirtiéndolo en un monstruo humanoide compuesto de plantas, líquenes, musgo y madera, una cosa salida del pantano. Pero en "The anatomy lesson", Moore somete al personaje, literalmente, a una autopsia, y se revela que sus órganos son sólo vestigiales, falsos, inútiles copias de los órganos humanos hechos a base de tejido vegetal. La cosa del pantano nunca fue un ser humano reformado: fue una planta que creyó ser un hombre. Moore parte de este hecho, y del efecto traumático que tiene sobre el personaje, para construir una historia de auto-descubrimiento que sería el inicio de su carrera en los EE.UU. Unos años después vendrían Watchmen, V for Vendetta, From hell y varios otros excelentes libros, pero Saga of the Swamp Thing fue el inicio.

Daredevil: guardian devil (Kevin Smith, Joe Quesada, 1998-1999)

La historia recopila los ocho primeros números del segundo volumen de Daredevil, el superhéroe ciego de Marvel Comics. La serie había sido previamente cancelada, como suele suceder cuando las ventas son bajas o cuando se quiere reiniciar o darle un giro importante al libro, y Marvel trajo a Kevin Smith para escribir el primer nuevo arco de Daredevil. Smith venía de dirigir Clerks (1994), Mallrats (1995), Chasing Amy (1997) y Dogma (1999), películas todas ubicadas dentro del mismo universo (el Viewaskewniverse), del que los personajes de Jay y Silent Bob sean quizás los emblemáticos. Ávido lector de comics por años -su tienda de comics Jay and Silent Bob's secret stash es una de las mejores-, Smith sin embargo nunca había escrito uno y en Daredevil: guardian angel demostró que podía hacerlo como los mejores.

La historia en sí se centra alrededor de un bebé que es entregado a Daredevil / Matt Murdock (su alter ego) y que puede ser el Mesías, según una facción, o el Anticristo, según otra. Murdock inicialmente descarta estas especulaciones como tonterías, pero las tragedias sufridas por las personas cercanas a él, como su socio o su novia, sumadas a un inusual estado de paranoia al que el usualmente frío Murdock llega, hacen que considere seriamente la posibilidad de que el bebé sea en efecto el Anticristo. Desde ahí, el viaje por el descubrimiento de la verdad lo llevará a reencontrarse con ex-novias, con su madre y con uno de sus peores enemigos. En el camino, Smith hace un trabajo impecable al conectar la mitología pre-existente del personaje con una historia fresca. Las mejores historias de Daredevil, el hombre sin miedo, son las que exploran cómo Murdock es capaz de salir de los fondos más bajos de la condición humana y reconstruirse a pesar de todo lo que le acontece; lean, si pueden, el Daredevil: born again del maestro Frank Miller. Smith entendió esto y, en Daredevil: guardian devil, lo puso en práctica.

Batman: the black mirror (Scott Snyder, Francesco Francavilla, Jock, 2011)

Descubrí al escritor Scott Snyder recién después del reboot que DC Comics hizo de todo su universo de personajes, en el 2011. En general, este reboot no me cuadró mucho -y aún no me cuadra-, pero la nueva serie de Batman a la que dio pie ha sido una de las mejores que he leído en años. Batman: the black mirror marcó el ingreso de Snyder a los libros Batman y está situado inmediatamente antes del reboot; para los que quieren saberlo, recopila los números 871 al 881 del primer volumen de Detective Comics, los últimos antes del cambio de numeración. Los talentosos Francavilla y Jock ilustran la historia, y en mi opinión, algunas de las portadas de Jock son dignas de colgarse en salas y paredes.

Ahora, mucho ha ocurrido en los últimos años con Batman, desde que en el 2007 el escocés Grant Morrison asumiera la dirección de toda la continuidad de los libros de este personaje y los encausara, lenta y seguramente, hacia el clímax y culminación que fue el final de la miniserie Batman Inc. hace un par de meses, luego de lo cual dejó los libros. El Batman: the black mirror de Snyder tiene como protagonista a un Batman que no es Bruce Wayne. Éste se encuentra al mando de una iniciativa global, conocida como Batman Inc., que tiene como finalidad entrenar a vigilantes tipo Batman alrededor del mundo (obviamente el de Argentina se tenía que llamar El Gaucho). Wayne sigue siendo Batman, pero, debido a que sus viajes lo llevan fuera de Gotham frecuentemente, el manto se lo ha dejado a Dick Grayson, el primero de los tres Robins que han acompañado a Batman. A pedido de Wayne, Grayson, quien dejó de ser Robin hace años, abandona temporalmente su identidad como Nightwing, regresa a Gotham y asume el papel de Batman de Gotham. Es un Batman menos oscuro, más empático, menos atormentado, pero igual de efectivo. Black mirror es sobre todo una historia de detectives: a través de historias que inicialmente parecen inconexas, se teje la verdadera trama: un personaje del pasado de Grayson y del Comisionado Gordon vuelve a Gotham y se cuestiona su posible involucramiento en recientes actos criminales. Snyder demuestra, como lo hicieron los escritores de Batman en los cincuentas, que, cuando se trata de Batman, las historias de detective pueden ser tan o más efectivas que las que involucran a su galería de supervillanos.

The jungle book (Rudyard Kipling, 1894)

"What is the Law of the Jungle? Strike first and then give tongue."

Cuando era niño y adolescente tenía una colección de novelas de literatura universal, de las que leí casi todas. Una de las que pasé por alto fue, precisamente, The jungle book de Kipling. Claro que había visto la película de Disney cuando era chico, pero ahora sé que ésta sólo está vagamente basada en el libro (aunque me sigue gustando). The jungle book es una colección de historias sobre la vida en la selva india, y en las aldeas alrededor. Los animales han sido antropomorfizados, pero sólo en la medida en que es necesario para contar la historia; Kipling les dio voz e inteligencia, pero dejó intacta la naturaleza propia de cada animal. Tres de las historias tienen como protagonista a Mowgli, el niño indio que fue raptado y llevado a la selva siendo un bebé por el tigre Shere Khan y que luego fue adoptado por los lobos y educado por el oso Baloo y la pantera Bagheera. Las otras historias tienen como protagonistas a Kotick, una foca de piel blanca; a la mangosta Rikki-Tikki; a Toomal, el niño que vio a los elefantes bailar; y a un grupo de camellos, caballos, mulas y bueyes que discuten sus virtudes y defectos en la noche previa a una parada militar. The jungle book es definitivamente un libro escrito para niños, pero contiene también la visión que los ingleses del siglo XIX tenían acerca de la fantástica India, sobre la que aún eran soberanos. En el libro, India es un territorio mágico, donde los animales tienen sus propias leyes, donde los humanos son ignorantes y básicos, y donde uno puede convertirse en hombre viajando en el lomo de un elefante y participando de la secreta comunión de todos los elefantes en el interior de la selva. Sospecho que me hubiera gustado que esta hubiera sido una relectura, y no una primera lectura.      
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Y eso. Los libros de Noviembre ya están en mi repisa. Ahora, de vuelta a la chamba.

martes, 19 de abril de 2011

Grit your teeth

En el 2000 cursaba el segundo y último año de Bachillerato Internacional (IB), que fue también el decimosegundo y último año de colegio. Eran épocas de poco sueño y harta chamba (y de la primera emisión en Perú de Dragon Ball, que hizo que más de una vez tuviesen que apagar el televisor y botar de la cafetería del colegio a las cinco docenas de adolescentes que seguíamos la serie religiosamente luego de que sonara la campana de fin del recreo).

Recuerdo ese último año como una sucesión aparentemente interminable de ensayos escritos de madrugada sobre Huxley, Shakespeare, Atwood, Camus, García Márquez, sobre la situación macroeconómica de algún país según The Economist, los cambios de paradigmas de Kuhn, problemas de integrales y derivadas, días enteros de programación en Visual Basic y los laboratorios de Física más memorables de mi vida.

En Junio de ese año, la situación de nosotros, los estudiantes, se había puesto -como decía cierto profesor mío de tenis cuando comenzaba a ganarme el partido, osea, automáticamente tres minutos después de empezado- color de hormiga. En estas circunstancias, al coordinador académico, Colin Bibby, no se le ocurrió mejor idea que mandarnos un mensaje de correo comunal donde interpretó, él solito, la rutina de good cop/bad cop. Resultó ser uno de los mensajes motivadores más directos con los que me he topado hasta ahora y por eso lo incluyo aquí, luego de reencontrarlo en las capas estratigráficas más antiguas de mi bandeja de correo.


Asunto: To the Upper Sixth mid bim2
Fecha: Thu, 15 Jun 2000 03:59

To the Upper Sixth.

My spies tell me that the Upper Sixth is depressed, frustrated and anxious. Apparently the girls are getting cliquish (acolleradas) and bitchy, and the boys are falling apart at the seams.


Well tough. Here is the bad news. The pressure has hardly started. It is going to get a damned sight worse before it gets any better and if you can’t stand the heat it’s best you get out of the kitchen right now. The staff tell me that you’re not working hard enough and with an effort average throughout Upper Sixth of 1.79 that is the poorest at this stage for three years. (1.57 and 1.68 for the record)

This is the IB. It is the most demanding academic programme in the world and if anyone has ever said it was going to be easy they were lying and you were a fool to believe them.

The Extended Essay deadline is only the first of many. Traditionally on the last day of this semester I pull the Upper Sixth into my room to tell them the harsh facts of life about next semester. They usually leave ashen.

That was the bad news. Here is the good.

The last two sets of reports I have printed have been the best I have ever had at this stage. Your predicted average is even higher than at this time last year which IB group broke the school record.

At this point in the year, teachers are very reluctant to grade high because they don’t want you to be complacent. In addition these predicted totals do not show the other three points available for extended essays and TOK [Theory Of Knowledge]. (Equally important by the way!)

Last year all but two students achieved more in their final examinations than were predicted at this stage by an average of 3.4 points but in some cases by 7 better. Daly and Culotti were predicted 36 at this point but got 42. (But they were working. Effort grades of 1.00!)


Every one of you has a superb school career behind you. You have another five months of hell to get through before it finishes. Never in your lives have you been faced with the workloads that are coming and never in your lives have you experienced academic problems you could not handle. Welcome to the real world that the rest of us inhabit.


The test now is to decide whether you are going to come through this or whether you are going to crack under the strain.


Stop bitching, stop the stupid squabbles, the snide comments, the depressions, the bad temper and the agonizing. Grit your teeth, refuse to be beaten by this and prove that you don’t give up just because things get tough.


C. Bibby



Seis meses después, el colegio terminó. La mayoría recibió notas satisfactorias en los exámenes finales de IB; algunos continuaron a la universidad en el país y otros se fueron. Más de una década después de terminar ese último año, es curioso recordar que en algún momento personas que actualmente tienen vidas tan distintas estuvieron simultáneamente sometidas a la misma presión intensa por primera vez en sus vidas. Algo así como haber servido en el mismo batallón, supongo.

"Grit your teeth, refuse to be beaten by this and prove that you don’t give up just because things get tough" es el tipo de consejo que uno esperaría de boca de John Wayne. A los diecisiete años, probablemente sea el mejor consejo que uno pueda recibir. A los veintiocho, probablemente sea el mejor consejo que uno deba recordar.

domingo, 3 de abril de 2011

Los libros del 2010

El año pasado fue, principalmente, una pausa, una sucesión de semanas de espera plagadas de cambios en los patrones de insomnio. Durante él, poco nuevo comenzó y sólo dos cosas terminaron, una de las cuales fue la maestría. Digamos que, si tuviera que escribir mi biografía, el capítulo dedicado al 2010 acabaría casi todo dentro de paréntesis.

Fuera de paréntesis, sin embargo, escribiría -en cursivas y negritas- sobre el descubrimiento más feliz del pasado año: los griegos. Difícilmente uno pasa por el colegio y la universidad sin haberse encontrado, al menos de pasada y a lo lejos, con Esopo, Homero, Sócrates, Platón o Aristóteles, pero mi conocimiento de ellos y del mundo griego antiguo no llegaba más allá de lo que aprendí en los cursos de filosofía y teoría del conocimiento, y en alguna que otra lectura, como la del excelente El mundo de Sofía de Jostein Gardner. Así que cuando un día cualquiera, en mis habituales incursiones a los estantes de El Crisol, me topé con un volumen doble de la Defensa de Sócrates y el Critón de Platón, una parte de mi cerebro le susurró a otra el equivalente químico de la frase "ya toca, ¿no?".

Platón resultó ser un maestro de claridad en comparación con los escritos de Kant y Hegel que alguna vez leí y que me parecieron, de entrada, innecesariamente oscuros. Después de Platón, decidí leer a los griegos en orden cronológico, comenzando por las fábulas de Esopo, continuando con la mitología de Homero, Hesíodo y Apolonio de Rodas y luego con el teatro clásico de Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, para finalmente volver a la filosofía, con los presocráticos, Platón, Sócrates, Aristóteles y los demás. Ese ha sido el plan. El 2010 lo dediqué a las fábulas y la mitología, mientras que el año actual lo estoy dedicando al teatro y, si las musas lo permiten, a la filosofía.

Es interesante encontrar en escritos de hace 2 500 años que las pasiones y motivaciones de entonces son las mismas que las de ahora. Lo esencial en el hombre, parece, ha permanecido invariante. Evidentemente, las herramientas y técnicas que usamos han cambiado y hemos pasado por varios estadíos en la percepción que tenemos de cuál es nuestro lugar en el universo, pero narraciones como la del enfrentamiento entre Áyax y Héctor, la conversación entre Aquiles y Príamo, y el reencuentro entre Odiseo y su nodriza al regresar a Ítaca, nos conmueven ahora como lo hicieron hace más de dos milenios y medio a los griegos. Leer a los griegos es participar de los inicios de la gran conversación que empezó en la Atenas del siglo V A.C., continuó en la Roma antigua, se redujo a un susurro en la Edad Media, reencontró su voz en la Ilustración y el Renacimiento, gritó furiosa durante la revolución francesa, se ordenó en Inglaterra y Alemania, y que continúa hasta hoy, sin visos de decaer.

* * *

A continuación, lector, como lo hice con los libros del 2009, está la lista de mis doce libros favoritos del 2010, seleccionados de un total de ochenta y ocho leídos. No sólo están los griegos, sino también dos latinos, un argentino y un estadounidense, además de un par de novelas gráficas. Si esta lista sirve de algo además de satisfacer mi gusto por las listas (se me ocurre que fácil las listas son algo así como el gen egoísta de Dawkins, pero en versión escrita), que sirva para picarles la curiosidad y para que, si se encuentran con alguno de los libros que menciono, le den una oportunidad.

1. Todos los fuegos el fuego (Julio Cortázar, 1966)

Este fue el primero del año. De Cortázar había leído las principales colecciones de cuentos, excepto ésta. Con tramas subyugantes y ejecuciones impecables, los cuentos de esta colección están entre los mejores que he tenido la suerte de leer. De entre los ocho cuentos, tres han quedado en mi memoria. En el primero, La autopista del sur, logradísima metáfora sobre las relaciones humanas, un gran embotellamiento ocurre en la autopista entre Fontainebleau y París, en las afueras de esta última. El embotellamiento dura varios meses (¿recuerdan esto?), durante los que los automovilistas se conocen, traban amistades, forman clanes, se enemistan, se enamoran y, algunos, mueren. Un día, de pronto, los autos comienzan a andar, el embotellamiento se disuelve y las relaciones que se habían formado terminan repentinamente. El segundo cuento, La salud de los enfermos, narra cómo la familia le oculta a la madre la muerte del hijo querido, escribiendo cartas falsas a nombre de éste durante un tiempo prolongado, hasta el punto de que la familia entera comienza a creer que el hijo sigue vivo. Por último, en La señorita Cora, somos testigos de la relación entre Pablo, un adolescente internado en un hospital, y Cora, la enfermera que lo atiende. La salud de Pablo decae a medida que avanza el cuento, y a éste lo acompaña una sensación de desgracia inminente. Todos los fuegos el fuego es no sólo una de las mejores colecciones de Cortázar que he leído, sino, en general, una de las mejores selecciones de cuentos que he encontrado.




2. Defensa de Sócrates (Platón, est. 393-389 A.C.)

El juicio de Sócrates, el enigmático filósofo de la Grecia antigua que nada dejó escrito, contado por su alumno, Platón. La actitud crítica de Sócrates había llevado a los sofistas de la época a finalmente acusarlo, en el 399 A.C., de difundir la impiedad (falta de respeto a los dioses) entre los jóvenes a los que educaba. Desde el inicio del juicio, Sócrates deja en claro que el jurado no debería juzgarlo por su capacidad en la oratoria (defecto atribuido usualmente a los sofistas), sino por la verdad contenida en lo que diga. Sin embargo, sus argumentos no son suficientes para convencer a la mayoría del jurado, y se le encuentra culpable por un pequeño margen en la votación. En la corte de Atenas, el acusado era capaz de proponer a los jueces su propia condena: Sócrates propone pagar 100 dracmas, una cantidad de dinero baja, ya que no contaba con más ahorros. Los jueces, irritados por el discurso de Sócrates, no aceptan esta condena, ni los 3 000 dracmas ofrecidos por los amigos de Sócrates, sino que lo sentencian a muerte. Sócrates acepta al condena, jovialmente consolándose en el hecho de que se encontrará con Hesíodo, Homero y Odiseo.

En el diálogo platónico Critón, en el que Sócrates ya se encuentra en la cárcel, esperando su muerte, un adinerado amigo cercano de Sócrates, Critón, le ofrece pagar su huida de la cárcel, pero este declina el ofrecimiento, aduciendo que no estaría actuando de acuerdo con las normas si lo aceptara. Sócrates es el ejemplo perfecto de coherencia entre las ideas y las acciones. ¿Por qué tuvo que morir Sócrates? Para demostrar que la razón prevalece. Entiéndase "razón", sin embargo, en su sentido más amplio, como la capacidad del hombre de elegir, entre los diferentes cursos de acción, aquel que le parece más provechoso para sí y para el resto. Por otro lado, es reconfortante saber cómo los razonamientos de Sócrates toman en cuenta la duda: no toma sus argumentos como absolutos, sino que, sobre ellos, usando la razón, va construyendo, a la manera de andamios, ideas más complejas, de las que no deja de dudar. Esta actitud auto-crítica es, con luces, la misma que usamos actualmente cuando practicamos ciencia.

Defensa de Sócrates fue el primer libro de la Grecia antigua que leí. Probablemente, de no haber sido tan lúcidas las argumentaciones de Sócrates, no me hubiese animado a seguir leyendo a los griegos. Hay también una versión del juicio contada por Jenofonte, que no he leído.

3. El banquete (Platón, 380 A.C.)

Otra de Sócrates, contada por Platón. Esta vez, encontramos a Sócrates y otros notables atenienses de la época, entre los que se encuentra el cómico Aristófanes, reunidos en casa del poeta Agatón, celebrando la victoria de éste en las Dionisias del 416 A.C., el festival de teatro más importante de la Grecia antigua. En este banquete, o simposio, los invitados se encuentran acomodados en sillas y, copa de vino en mano, hablan por turnos sobre el tema fijado por el anfitrión del evento: el amor.

Uno a uno exponen sus puntos de vista sobre el amor, en ocasiones claramente marcados por sus distintas profesiones (hombre de leyes, médico, poeta cómico, etc.). Sócrates, a su turno, recuenta la fábula de cómo hombres y mujeres solían estar unidos en un solo ser que fue separado en dos partes, creándose así los dos sexos, los cuales continuamente buscan reunirse. El tema del amor homosexual se trata con detalle en la conversación: el amor verdadero, según el filósofo, es el amor a la sabiduría. Así, argumenta que, en una típica relación entre un amante (un hombre maduro) y un amado (un joven), no debería prevalecer el componente de placer físico, sino que el amado debería buscar enriquecerse con la sabiduría del amante, y éste con la juventud del amado.

4. Dune (Frank Herbert, 1965)

"Deep in the human unconscious is a pervasive need for a logical universe that makes sense. But the real universe is always one step beyond logic."
- from The Sayings of Muad'Dib by the Princess Irulan

La épica Dune es una de las obras más importantes de ciencia ficción del siglo pasado. En el planeta desértico Arrakis, también conocido como Dune, el joven Paul Atreides, príncipe de la casa Atreides, descubre su papel como líder de los Fremen, el pueblo nativo de Arrakis, que sobrevive en los secos desiertos del planeta. El libro destaca por el gran cuidado y detalle puesto en elaborar las relaciones sociales y políticas entre los diferentes personajes y grupos de poder: destacan la rivalidad entre los Atreides y los Harkonnen, las intrigas por el control de la especia "melange", recurso natural y producto de exportación encontrado únicamente en Arrakis, capaz de prolongar el tiempo de vida de quien la consume, y la lucha de los Fremen contra el imperio. Resumir en un solo párrafo el universo completo de Dune, que abarcó seis libros escritos por Herbert y otras tantas continuaciones a cargo de otros autores, sería no hacerle justicia a la obra. Dune es lectura obligatoria para todo el que le guste el género.


5. On the shortness of life (Séneca, 49)

De Brevitate Vitae es uno de los ensayos morales escritos por el filósofo romano estoico Séneca el Joven (1 A.C. - 65 D.C.), para su amigo Paulino. En éste, Seneca argumenta que el tiempo de vida del hombre no es poco -a pesar de lo que la mayoría opina-, sino que es el tiempo justo para lograr lo necesario y que parece corto porque es desperdiciado:

"It is not that we have so little time but that we lose so much. Life is long enough and our allotted portion generous enough for our most ambitious projects if we invest it all carefully. But when it is squandered through luxury and indifference, and spent for no good end, we realize it has gone, under the pressure of the ultimate necessity, before we were aware it was going. So it is: the life we receive is not short but we make it so; we are not ill provided but use what we have wastefully."

La lucidez de Séneca para tratar temas morales es refrescante. Para él, el único camino seguro para hacer las paces con la mortalidad de uno mismo es la filosofía: ésta no es, entonces, únicamente un intento por explicar el mundo, sino también el medio por el que nosotros, mortales, podemos utilizar la razón para encontrar paz y sentido. Séneca considera, además, que el servicio público es la contribución más generosa que el individuo puede hacer a sus congéneres. Sin embargo, su idea de servicio público no se limita a ser funcionario público, sino que es más general: cada individuo debería tratar de ayudar, dentro de sus habilidades, a su prójimo. En particular, cualquiera que esté familiarizado con la forma racional de ver el mundo debería tratar de enseñársela al resto.

En la edición que leí, estaban contenidos dos ensayos más de Séneca. Consolation to Helvia es una carta muy sentida que el autor, en el exilio, envía a su madre, dándole argumentos de por qué ésta no debería estar triste. De On tranquility of mind rescato, entre otras, la siguiente selección:

"Whether we believe the Greek poet, “it is sometimes even pleasant to be mad”, or Plato, “he who is master of himself has knocked in vain at the doors of poetry”; or Aristotle, “no great genius was without a mixture of insanity”; the mind cannot express anything lofty and above the ordinary unless inspired. When it despises the common and the customary, and with sacred inspiration rises higher, then at length it sings something grander than that which can come from mortal lips. It cannot attain anything sublime and lofty so long as it is sane: it must depart from the customary, swing itself aloft, take the bit in its teeth, carry away its rider and bear him to a height whither he would have feared to ascend alone."

6. Meditations (Marcus Aurelius, 170-180)

"A little flesh, a little breath, and a reason to rule all - that is myself."

Marco Aurelio, emperador de Roma entre 161 y 180 D.C., escribió sus Meditaciones, una recopilación de sus ideas estoicas, mientras se encontraba en campañas militares. Siguiendo la tradición estoica, el autor aboga por evitar la indulgencia en las emociones intensas, de manera que uno, guiado por la razón, se encuentre más o menos libre de los vaivenes del mundo material. En este sentido, los escritos de Marco Aurelio son muy parecidos a los de Séneca. Sin embargo, la estructura es distinta: mientras que Séneca escribió largos ensayos y cartas, Marco Aurelio escribió doce capítulos, cada uno compuesto de un número de "consejos" de alrededor de un párrafo de extensión, sobre diversos temas. Un ejemplo es:

"Repeatedly dwell on the swiftness of the passage and departure of things that are and of things that come to be. For substance is like a river in perpetual flux, its activities are in continuous changes, and its causes in myriad varieties, and there is scarce anything which stands still, even what is near at hand; dwell, too, on the infinite gulf of the past and the future, in which all things vanish away. Then how is he not a fool who in all this is puffed up or distracted or takes it hardly, as if he were in some lasting scene, which has troubled him for so long?"

A Marco Aurelio y a Séneca los leí en una época en que trataba de encontrar una forma de construir una moral no basada en lo divino (¿En qué creen los que no creen? de Umberto Eco también ayudó mucho) y en ellos encontré, más que disertaciones abstractas sobre la bondad de la razón, justificaciones directas sobre su utilidad y recomendaciones prácticas y suscintas sobre cómo vivir una vida de acuerdo con la razón. Mucho de lo que escribieron puede ser atribuido al sentido común, pero no por eso deja de ser valioso leerlo. De hecho, me parece que la filosofía estoica tiene mucho de sentido común y que, en cuanto al aspecto moral, puede bien resumirse en la propuesta del justo medio de Aristóteles: atribuirle a cada cosa la importancia que se merece.

7. Transmetropolitan vols. 1-10 (Warren Ellis, Darick Robertson, 1997-2002)

Ellis comenzó escribiendo títulos más o menos estándar para Marvel Comics (Hellstorm, la línea Marvel 2099, Excalibur, Thor, Wolverine) y luego para DC, Caliber e Image. Sin embargo, es con Transmetropolitan que Ellis da rienda suelta a su capacidad. Transmetropolitan es la historia de Spider Jerusalem, un agresivo periodista gonzo retirado del mundo, que decide regresar a The City para hacerse cargo de una columna denunciatoria. En el mundo cyberpunk del siglo XXIII que Spider y sus "filthy assistants" habitan (la fecha exacta es desconocida por todos) aparentemente ya ocurrió la singularidad: la sociedad está poblada por transhumanos, es decir, personas que deciden incorporar en su código genético características de otras especies o que deciden abandonar su forma física para transferir su consciencia a una nube de nanites. Spider hace su misión personal exponer y deponer al recientemente elegido presidente de EE.UU., un psicópata apodado "The Smiler". A través de diez volúmenes, Ellis construye un personaje principal complejo, un anti-héroe al que no resulta difícil tenerle simpatía. El estilo limpio de Robertson (que dibujó los sesenta números de la serie) encaja perfectamente con el diálogo directo y no-bullshit de Ellis. Transmetropolitan es adictivo, pero es una adicción bienvenida.


8. Of Man (Thomas Hobbes, 1651)


Esta edición, de la serie Great Ideas de Penguin, contiene las partes I, II y IV del Leviathan de Thomas Hobbes, filósofo inglés de los siglos XVI-XVII. Hobbes busca construir una teoría del orden social y, para lograrlo, parte de un análisis de la sociedad desde primeros principios, construyendo los niveles progresivamente más sofisticados de su bestia apoyándose en los más fundamentales. El primer capítulo, Of sense, comienza con

"Concerning the thoughts of man, I will consider them first singly, and afterwards in train or dependence upon one another. Singly, they are every one a representation or appearance of some quality, or other accident of a body without us, which is commonly called an object. Which object worketh on the eyes, ears, and other parts of man's body, and by diversity of working produceth diversity of appearances."

Ahora ven a qué me refiero con comenzar desde primeros principios: Hobbes empieza definiendo lo que quiere decir por "pensamiento"; luego se ocupa de la "sensación" y la "memoria". Tras una serie de definiciones y argumentaciones, llega a plantear una de las primeras teorías del contrato social, basado en una monarquía en la que los súbditos ceden parte de sus libertades al monarca, quien se encarga de disponer de sus vidas.

Dos características de los escritos de Hobbes me llamaron especialmente la atención. Primero, que, a pesar de que el súbdito le debe rendir obediencia al monarca, Hobbes argumenta que esto no impide que, cuando su vida se ve en peligro, haga lo que sea necesario para salvarla, inclusive traicionar al monarca. De forma muy grosa, este es un esbozo del derecho universal a la vida. Segundo, este es el primer intento que he encontrado por construir de forma ordenada una teoría social; el Leviathan de Hobbes se asemeja a un libro de texto moderno de Matemáticas: primero vienen los axiomas y las definiciones, luegos los teoremas y los corolarios. Tal vez tendría que leer la Política y El Capital para estar seguro, pero intuyo que las obras sobre el contrato social son rara vez tan ordenadas.

9. Ilíada (Homero, siglo VIII A.C.)

"Canta, oh diosa, la cólera de Aquiles, hijo de Peleo [...]." Este es el poderoso comienzo del poema épico más famoso, más leído y uno de los más antiguos conservados (sólo la Épica de Gilgamesh es más antigua, escrita en tabletas de arcilla entre el siglo XIII y X A.C.). Junto con Génesis 1:1 de la Biblia ("En el principio creó Dios los cielos y la tierra"), esta es probablemente una de las frases más leídas en la historia de la literatura.

Ilíada narra los acontecimientos sucedidos durante algunas semanas del último de los diez años del sitio griego de la mítica Troya, a causa del rapto de Helena, esposa del rey Menelao de Esparta, por parte del príncipe troyano Paris. Agamenón, hermano de Menelao, rey de Micenas y caudillo del ejército griego, toma para sí a Briseida, la mujer cautiva de Aquiles, líder de los mirmidones y el mejor guerrero del ejército. Esto suscita la ira de Aquiles, que decide no participar de la batalla contra los troyanos, sino permanecer dentro de su embarcación, junto con los hombres que comanda. La Ilíada está llena de narraciones muy gráficas de episodios heroicos (lanzas que atraviesan torsos y cráneos son comunes), que tienen como protagonistas principales a Áyax, el segundo mejor guerrero después de Aquiles, a Diomedes, al astuto Odiseo, a los Atridas Agamenón y Menelao, al prudente Néstor, rey de Pilos, y a Patroclo, segundo al mando de los mirmidones. Paralelamente al enfrentamiento entre argivos y troyanos, en el Olimpo los dioses apoyan a uno u otro de los ejércitos: Atenea y Hera a los argivos, mientras que Ares y Apolo a los troyanos. Los mismos dioses bajan al campo de batalla y participan, con espada en mano, del enfrentamiento. Al morir Patroclo en manos de Héctor, hermano de Paris, Aquiles decide salir de su confinamiento y entrar a la batalla, matando a Héctor y dando inicio al final de la guerra de Troya.

El mundo de la Ilíada corresponde a lo que Hesíodo llamó, en su Trabajos y días, la era de los héroes, un respiro en la siempre decadente evolución del hombre. Es la época mítica del imaginario colectivo griego, es decir, una edad de bronce en la que aparecen las figuras de los reyes guerreros justos y los enfrentamientos honorables, que servirán como base para el posterior teatro griego. Nociones griegas tan fundamentales como la del destino inalterable, incluso para los dioses, permean la narración. Junto con Odisea, Ilíada es una de las dos piedras angulares de la literatura occidental.

Led Zeppelin supo capturar el sentimiento general de Ilíada en su canción Achilles' last stand. (Letra aquí.)

10. Odisea (Homero, siglo VIII A.C.)

Esta es la segunda gran obra conservada de Homero y es en gran medida una continuación de Ilíada. Odisea narra el viaje de regreso de Troya a Grecia de Odiseo (o Ulises), rey de Ítaca, luego de terminada la guerra de Troya. Al inicio del viaje, Odiseo y su tripulación encuentran la isla del cíclope Polifemo, quien los atrapa e ingiere a algunos de ellos. En su huida, Odiseo deja ciego al cíclope, con lo que se gana la enemistad del dios Poseidón, padre de los cíclopes, quien dictamina que Odiseo no regresará fácilmente a su patria. Más adelante, Odiseo visitaría brevemente el Hades (el infierno griego) y perdería a su tripulación cuando ésta no respeta el ganado sagrado de Helios, el Sol. El largo viaje de regreso de Odiseo demoraría diez años, durante los cuales fue amante de la hechicera Circe y de la ninfa Calipso, quien lo retuvo en su isla durante siete años. Finalmente, Zeus ordena a Calipso que deje ir a Odiseo y éste llega a la tierra de los feacios, hábiles navegantes que lo devuelven a Ítaca, donde, disfrazado como pordiosero gracias a la ayuda de Atenea, elimina a los pretendientes de su esposa, la paciente Penélope, para recuperar su trono.

Son varias las diferencias entre Ilíada y Odisea, descontando la trama. La estructura de la segunda se asemeja más a lo que actualmente conocemos como novela; de hecho, es el mismo Odiseo -y no un narrador externo- quien, habiendo llegado a la tierra de los feacios, narra a la corte, y a nosotros, sus aventuras desde su salida de Troya. Por otro lado, la trama de Odisea contiene menos intervenciones divinas que Ilíada y menos enfrentamientos de escudo y espada, así que termina siendo menos épica que ésta. Esto, por supuesto, no significa que le falten escenas memorables. En particular recuerdo cómo, a la llegada de Odiseo a su antiguo palacio de Ítaca, luego de veinte años de ausencia, lo espera en la puerta del palacio su anciano perro, Argos, quien, tras reconocer al amo devuelto, muere de vejez. El enfrentamiento de Odiseo y Telémaco, su hijo, contra los pretendientes al trono, es también memorable, así como todas las escenas previas al descubrimiento del pordiosero extranjero como el verdadero rey de Ítaca. Odisea es, en fin, la proto-novela del género fantástico.

Muchos y en muchas épocas han sido quienes, basándose en el poema de Homero, han elaborado alguno de sus aspectos. Dos de los poemas más conocidos son Ítaca de Konstantínos Kaváfis y el intenso Ulysses de Lord Alfred Tennyson, cuyo verso final es memorable.

Me parece un lugar apropiado para citar el que, según el Certamen de Hesíodo, obra en la que él y Homero se enfrentan en un concurso de habilidad declamatoria, sería el epitafio de Homero:

"Aquí la sagrada cabeza oculta la tierra, al jefe de héroes, al divino Homero."

11. Preacher vols. 1-10 (Garth Ennis, Steve Dillon, 1995-2000)

Junto a Warren Ellis, Garth Ennis es uno de los escritores de comics más aclamados actualmente, y no sin razón. Se inició con 2000 AD, escribiendo Judge Dredd. Luego tuvo a su cargo Hellblazer, en DC, donde conoció a Dillon, con quien creó Preacher. Ennis y Dillon se encargarían de producir los sesenta y seis números de la serie, en una de las colaboraciones más duraderas del mundo de los comics (similar a la de Ellis y Robertson en Transmetropolitan).

Preacher cuenta la historia de Jesse Custer, un reverendo del centro de los EE.UU. que recibe poderes sobrenaturales y decide buscar a Dios, quien ha abandonado a su creación. No me refiero a una búsqueda espiritual, sino a una real: Jesse busca a Dios para reclamarle su abandono y, en última instancia, para matarlo. En el camino se reencuentra con su ex-novia, Tulip O'Hare, y con un vampiro irlandés, Cassidy, y ambos se convertirán en compañeros de aventuras. Al igual que Ellis, Ennis pone en sus personajes diálogos no-bullshit, que van al grano, pero a la vez los va construyendo lentamente, a través de flashbacks que revelan sus historias, en las que tienen especial importancia las relaciones familiares. El interesante tratamiento de Dios como un ser ególatra, que crea al hombre sólo para que éste lo adore, lo había encontrado antes en el El evangelio según Jesucristo de Saramago. Ennis lo desarrolla con igual maestría.

Preacher es principalmente un libro sobre la búsqueda de sentido en la ausencia del recurso a lo divino. Sin embargo, en medio de peleas a puño limpio, borracheras, amputaciones, y un lenguaje que no se guarda nada, es también un libro sobre la real capacidad que el amor tiene de redimir al hombre, incluso cuando ha pasado por sufrimiento extremo.

12. For whom the bell tolls (Ernest Hemingway, 1940)

"In the night he awoke and held her tight as though she were all of life and it was being taken away from him."
- For whom the bell tolls, ch. 21

La novela cuenta la historia de Robert Jordan, un estadounidense profesor universitario y experto en explosivos, que acude a ayudar al lado republican durante la Guerra Civil Española, es decir, a la facción que se opone a Franco. Escondidos en las montañas, los guerrilleros republicanos esperan el momento justo para destruir un puente que se encuentra detrás de las líneas enemigas. Mientras esperan el día y la hora fijados del ataque, Jordan convive con los guerrilleros y se enamora de María, una joven española que perdió a su familia en la guerra. Jordan evita pensar en el futuro más allá de la detonación del puente; no se permite, sino hasta el final, imaginarse cómo sería una vida junto a María lejos de la guerra. Hemingway construye una serie de personajes bastante unidimensionales, pero los coloca en el preciso lugar para que cumplan su papel en la historia. El único personaje más trabajado, Robert Jordan, es un protagonista valiente, pero melancólico, no por el pasado, sino por un futuro que sabe que probablemente no llegará.

Hemingway escribió For whom the bell tolls en su característica prosa directa, pero usando una forma "españolizada" del inglés, traduciendo expresiones idiomáticas de la España de los 40s directamente al inglés. El resultado es un diálogo en inglés arcaico, que transmite fielmente los "joder" y "la leche" de los montañeses españoles. De Hemingway sólo había leído The old man and the sea, hace unos once años, en el colegio, y recuerdo que me gustó la forma en la que presentaba a su personaje, el viejo pescador, como un hombre fuerte, con un sentido del honor particular. Jordan no es del todo como el viejo -es mucho más vivaz-, pero sí comparte el mismo sentido personal de la responsabilidad que él. Es principalmente por su estoico protagonista por lo que For whom the bell tolls llegó a la lista de los libros favoritos del 2010.

* * *

Bueno, ahí está. Como en toda selección, muchos libros excelentes se quedaron fuera de la lista. Vale la pena mencionar al brillante Invisible man , de Ralph Ellison ("Let man keep his many parts and you'll have no tyrant states"); a ¿En qué creen los que no creen?, en el que Umberto Eco expone las rudimentos de una moral humanista; a William Faulkner, con Absalom, Absalom! y The sound and the fury, novelas góticas ambientadas a mediados del siglo XIX y comienzos del XX en el sur de EE.UU. y que me introdujeron a la técnica del "stream of consciousness" (que no es muy de mi agrado). Del gran Philip K. Dick, leí dos libros emblemáticos: el surreal Ubik y la novela de historia alternativa The man in the high castle, en la que los Aliados perdieron la Segunda Guerra Mundial. También me di tiempo de leer el primer libro de la obra maestra de Stephen King, The dark tower: the gunslinger, que tiene una de las mejores líneas de apertura que he encontrado: "The man in black fled across the desert, and the gunslinger followed". Mención aparte se merece The epic of Gilgamesh, el poema épico más antiguo conocido, cuyas raíces datan del siglo XX A.C. En las tabletas de arcilla en las que se escribió se encuentran ya todos los elementos que aparecerían después en la épica griega y, eventualmente, en nuestra literatura.

Cierro el post con la misma pregunta que hice al inicio del 2010: ¿qué novela, cuento, ensayo, novela gráfica, colección de poemas, obra de teatro o artículo periodístico que hayan leído en el 2010 recuerdan especialmente?