domingo, 5 de julio de 2009

Diez cosas que hacer en Fermilab cuando no se tiene carro

Desde hace casi un mes me encuentro en Fermilab (nombre completo: Fermi National Accelerator Laboratory), en Batavia, cerca de Chicago, EE.UU., hogar del Tevatron, que es uno de los dos grandes aceleradores de partículas (el otro, CERN, está en Suiza), donde dos haces de partículas (en el Tevatron, protones) chocan uno contra el otro y crean un montón de desperdicios que los físicos analizan en búsqueda de cosas interesantes. (Osea, como diría Joel, una de esas máquinas que diseñamos de cuando en cuando para ver si se destruye el mundo.)

Voy a estar aquí en una estancia de casi cinco meses en el Departamento de Teoría, en lo que espero serán los últimos meses antes de comenzar el doctorado. Fermilab, por supuesto, es mostro: desde la arquitectura (ver foto del edificio principal: el Depto. de Teoría está en el tercer piso) se le presenta a uno como un sitio interesante. Algunos de los mejores teóricos en física de partículas tienen sus oficinas aquí, así que es un gran sitio donde trabajar.

Ahora, un detalle: Fermilab está en medio del campo. Literalmente, los caminos cortan por el bosque y a veces los autos tienen que detenerse porque un grupo de patos o un coyote están cruzando la carretera. Sí, muy bonito el contacto este con la naturaleza. ¿Mencioné que se necesita auto hasta para llegar desde la villa de investigadores (donde me alojo) al edificio principal? (Hay un servicio interno de taxi, que funciona hasta las 4:30 p.m. de lunes a viernes, pero después, cada uno por su cuenta.) ¿O que no hay transporte público desde Fermilab hacia ningún sitio o desde cualquier sitio hacia Fermilab, lo cual significa que las visitas al cine, librerías y cafés en el pueblo más cercano son escasas a menos que haya auto? En esta situación, y habiendo totalizado, hasta el momento, únicamente dos temerarias excursiones al Walmart más cercano para hacer compras (gracias por el aventón, Roger) uno se las tiene que ingeniar rápidamente e improvisar mecanismos de adaptación ante circunstancias de confinamiento. En otras palabras, ingeniarse soluciones a la pregunta que le hice a mi compañero de oficina el día que llegúe: ¿qué hace uno aquí para sobrevivir?

Aquí una lista de las diez cosas que hacer en Fermilab cuando no se tiene carro:

1. Trabajar. Esto involucra tanto la chamba a papel y lápiz y computadora, como las conversacion por Skype con el jefe en Lima.

2. Trabajar un poco más, hasta llegar a niveles insospechados de multitasking. A veces ya me da cargo de conciencia dormir, porque eso significa hacer una sola cosa.

3. Leer. De todo. Desde Molière, pasando por la historia de la renormalizacion, un recuento de la supernova de 1987, hasta 100 Bullets y Fables (ambas buenísimas, aunque me inclino por la primera).

4. Estudiar teoría cuántica de campos. Simplemente, porque nunca es suficiente. (Sí pues, advertí que no había muchas cosas que hacer sin carro.) (Para los no-físicos, este es el formalismo sobre el que se basa la descripción más fundamental de ... bueno, de casi todo lo que sabemos de la naturaleza.)

5. Lavar la ropa los domingos. Esto requiere de un delicado y concienzudo proceso de acumulacion de monedas de 25 centavos (quarters, para los nacionales) para las lavadoras durante toda la semana porque es más que probable que la máquina dispensadora de monedas del edificio de lavandería no funcione justo cuando vaya a lavar mi ropa.

6. Ir a seminarios experimentales después de tomar tanto café que la sangre seguramente toma un color marrón y aún así tener problemas para quedarse despierto.

7. Tomar café. (O lo que pasa como café por aquí.)

8. Terminar de ver alguna serie en la que me quedé a la mitad (e.g. Scrubs, 24). También vale ver alguna película rippeada en Internet. Hay que darle uso al ancho de banda de Fermilab, ¿no?

9. Ir al supermercado para abastecerme de víveres, porque hay que comer y porque también vale la pena recordar de vez en cuando que hay más mundo fuera de aquí. Afortunadamente, mi compañero de oficina me jala al Walmart más cercano.

10. Hacer listas, principalmente, de las cosas pendientes para cada día, y sentir la austera satisfacción de poner una marca de "completado" junto a cada tarea. Nada como una buena neurosis para pasar el tiempo.

Así pues, la visita a Fermilab está resultando ser, en parte, una prueba de resistencia y un reto a la capacidad de inventar cosas que hacer. Todo bien, por ahora, pero si algún día me quedo sin wifi, probablemente termine conversando con las ardillas. O con los coyetes, si se cruzan por la pista.

15 comentarios:

César Marquina dijo...

Creo q podrías poner como Nr1 el seguir los pasos de David Carradine en tu oficina. Nr2 de parte de Fiorella q veas fotos en linea de mujeres. Nr3 complementar las anteriores. Nr4 metete una bomba y sal a conversar con las ardillas. Nr5 comprate una caña de pescar y tienta tu suerte fuera del edificio.

Mauricio Bustamante dijo...

(1) Cierto, me parece útil aprender la five point palm exploding heart technique.
(2) Buena sugerencia. Yala.
(3) Peligroso.
(4) Esto puede que lo haga.
(5) El agua en la laguna fuera del edificio tiene una concentración de tritio más alta que el promedio. Según lo que leí, no es peligroso, pero prefiero no correr el riesgo.

Luciano dijo...

Pero esas diez cosas las harías igual así tuvieras carro!

Mauricio Bustamante dijo...

Hmmm.. buen punto. Lo que jode es que no hay cambio de ambiente. Ni cine. Ni café decente. Ni todas las granjeras rubias en camisas a cuadros que esperaba encontrar (lo siento, me gusta ese cliché.)

Joel Jones Pérez. dijo...

¡Concuerdo con Luciano!

O sea, es como el CERN pero con mejor arquitectura, ¿no? Y con un lago con peces con tres ojos nadando por ahí.

Mauricio Bustamante dijo...

¿Entonces en CERN tampoco hay granjeras rubias con camisas a cuadros? Maldición...

FJRA dijo...

Y una bici no podría ser solución?

Mauricio Bustamante dijo...

Sí, para movilizarse del dormitorio a la oficina. Pero este realmente no es problema, porque siempre hay alguien que se queda hasta tarde en la oficina y me da un aventón. Aunque de todas formas no caería mal el ejercicio...

FJRA dijo...

Esta frase me salió en un "fortune"... relevante en tu artículo... jejeje.

The human animal differs from the lesser primates in his passion for
lists of "Ten Best".
-- H. Allen Smith

Mauricio Bustamante dijo...

Genial, Pollo. Sospecho que la aparición de los pulgares opuestos como ventaja evolutiva viene siempre e inevitablemente acompañada por la aparición de un gusto genético por las listas de "top ten" (y, según Douglas Adams, por los relojes digitales...).

Danitza dijo...

No hay granjeras rubias en camisas a cuadros? qué barbaridad!eso debe ser terrible para ti!!
Conversar con las ardillas puede ser divertido, pero creo que conversar con los coyotes es más interesante.
No tomes tanto café(o lo que sea que te quieran hacer creer que es café)

Paola dijo...

Mauricio, no te quejes que, como remarca Luciano, ¡nunca te mueves de todas formas! En tres meses en Valencia no viste ni la Ciudad de las Artes y no necesitabas coche! Y la catedral te la enseñamos nosotros el último finde que estabas, si no me equivoco...

Mauricio Bustamante dijo...

Cierto, Paola, cuando estoy en estancia entro en modo (más) sedentario, al menos hasta terminar el trabajo que tenga pendiente. Mea culpa. Me apunto al tour de la Ciudad de las Artes la próxima vez, si tú te apuntas como guía.

jmo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jmo dijo...

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